Detenido de nuevo Radovan Stankovic, condenado en 2007 por crímenes de guerra y lesa humanidad. En la primera mitad de la década de los 90, durante la Guerra de los Balcanes miles de mujeres fueron violadas y torturadas, uno de los culpables fue Radovan Stankovic.

Sergio Delgado.-

Llevaba más de cuatro años en paradero desconocido desde que en 2007, tan solo un mes después de entrar en prisión y aprovechando una visita al dentista, se escapara. Radovan Stankovic, uno de los criminales más buscados de la Guerra de los Balcanes ha sido detenido por la policía serbobosnia.

Permanecía oculto en Foca, un municipio en el sureste de Bosnia y Herzegovina, famoso por los dantescos crímenes de guerra y violaciones contra la población musulmana en el inicio de los años 90, en la tristemente conocida Guerra de Bosnia. Se han llegado a contabilizar 2.704 casos de desaparición de personas, la mayoría de las cuales eran bosnias

Según fuentes policiales, todo parece indicar que Stankovic ha permanecido en el mismo lugar desde su huída. Las fuerzas internacionales y la policía de Bosnia-Herzegovina llevaban buscándolo activamente desde mayo de 2007.

«Trató de escapar pero la policía lo detuvo cerca de su edificio, un bloque de apartamento de Foca», ha declarado Mirna Soja, portavoz de la policía de la República Serbia de Bosnia. El tribunal de ese país condenó a Stankovic a 20 años de cárcel en noviembre de 2006 por violación, tortura y asesinato de civiles bosnios musulmanes durante la guerra que asoló esta zona del este de Europa desde 1992 hasta 1995.

Foca, la ciudad de las violaciones

Durante la guerra de Bosnia, Foca y Grbavica, situadas en la parte más oriental de esta región, padecieron las más crueles y numerosas violaciones de mujeres de las que se ha tenido constancia durante el tiempo que duró el conflicto bélico. Según el veredicto del Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia, las fuerzas serbias violaron entre 20.000 y 40.000 mujeres musulmanas, un gran número de ellas, incluido niñas, fueron encerradas en centros bajo condiciones infrahumanas.

Muchas de estas mujeres sufrieron carencia de higiene y maltrato físico por parte de determinados policías y militares serbios. Uno de los máximos culpables identificados fue Dragan Gagovi, jefe de las fuerzas policiales de Foca. Se llevaba de los centros a mujeres para violarlas.

Fue en esta población, donde se habilitaron centros específicos para las violaciones de mujeres, la misma ciudad en la que sorprendentemente ha permanecido oculto más de cuatro años Radovan Stankovic. Uno de los centros, conocido por el nombre de «casa de Karaman», llegó a albergar a niñas de tan solo 15 años de edad. Otro criminal Dragoljub Kunarac y sus hombres, llevaba a sus víctimas a la calle Osmana Dikic, 16, donde eran violadas repetidas veces.

A Stankovic, Gagovi y Dikic, se les suma otro condenado, Radomir Kovac. Este fue acusado, entre otras atrocidades, de hacerse con cuatro niñas de las que abusó repetidamente en su propio apartamento tanto él como sus amigos, a los que invitaba a las fiestas que organizaba para someter a las chicas. Se le acusó de, incluso, vender a tres de esas niñas tras entregar a otras dos a unos soldados serbios durante tres semanas. Fue condenado por el Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia, a 20 años de prisión.

Tras la Guerra de Bosnia las violaciones fueron reconocidas por primera vez como un arma de guerra, empleada como herramienta de limpieza étnica y genocidio