El BFA (Banco Financiero y de Ahorros) es el resultado de la fusión de siete cajas de ahorro españolas, que recibió una inyección de acciones preferentes por un importe de 4.465 millones de euros suscritas por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), que fue autorizada por la Comisión. Con la aprobación de esas acciones en capital, el FROB posee el 100% de BFA.
Según el comisario europeo de Competencia, Joaquín Almunia, la operación «simplificará la estructura de la propiedad de BFA, que pasará a ser estatal en su totalidad, lo que facilitará la toma de las decisiones necesarias para la restructuración... No hay duda de que el beneficiario tendrá que realizar una restructuración profunda».
La Comisión europea recuerda que España se ha comprometido a presentar un plan de restructuración en el plazo de seis meses, para que BFA y Bankia sean viables, y a «no pagar dividendos o cupones para instrumentos híbridos salvo que exista la obligación jurídica de hacerlo». Ese plan deberá «contener medidas para limitar al mínimo la ayuda estatal y sus efectos de falseamiento de la competencia».
En esta autorización de Bruselas no están incluidos los 19.000 millones que el consejo de administración de BFA ha solicitado al gobierno español, ayuda que todavía está siendo estudiada.