Aunque la exposición es muy interesante y realiza un repaso al arte del desnudo masculino desde el siglo XIX. Lo que más puede atraer la atención, es que -tras una polémica sobre el cartel promocional, que mostraba el desnudo integral de tres hombres- los responsables del Leopold han anunciado que el 18 de febrero a partir de las 6 de la tarde la entrada será gratis para todo el que vaya desnudo (el precio de la entrada vestido es de 13€).
«Hombres desnudos» ha aumentado en un 17% la cifra de visitantes al museo, hasta los 364.000, y se convirtió en la exposición más visitada de la galería en 2012.
No es la primera vez que hay polémica sobre una exposición en el Leopold de Viena. Hace un siglo en esa misma ciudad, ya escandalizaban los descarnados desnudos del pintor local Egon Schiele. El museo tiene una de las mayores colecciones de este artista austríaco y en 2005, también ofrecido entrada gratuita a los que visitaran la exposición «La verdad desnuda: Klimt, Schiele, Kokoschka y otros escándalos».
Y cuatro detalles para los que quieran visitar «Hombres desnudos» por su valor artístico. La exposición reúne más de 300 cuadros, fotos y esculturas que abundan en lo natural del desnudo masculino y en el hecho de que siempre ha estado presente en el arte. Casi siempre las exposiciones muestran imágenes de mujeres desnudas, reflejadas en cuadros y esculturas, pero pocas exposiciones se han acercado a la figura del hombre desnudo. El museo Leonard hace un recorrido desde el año 1800.
La muestra se divide en tres áreas. En primer lugar, la edad de la Ilustración con la Revolución Francesa y el clasicismo en 1800, en segundo lugar, los nuevos enfoques en la modernidad clásica en 1900 y la última etapa recorre las propuestas revolucionarias del arte después de la II Guerra Mundial en 1945. En un gran arco de más de dos siglos, la exposición cuenta con una variedad de enfoques artísticos, modelos de la complexión masculina y la transformación del cuerpo, la belleza y los valores.
El conjunto está precedido por un prólogo, basado en cinco esculturas singulares que dan luz al tema central de la exposición. «El hombre desnudo» en el arte occidental. El comienzo lo sitúa una antigua estatua egipcia que data de alrededor de 2400 AC - el más antiguo de Viena-, seguido de la Juventud de Magdalensberg, un bronce del Renacimiento de tamaño natural.