Jean-Claude Juncker, (CSV), ha ganado por mayoría las elecciones legislativas de Luxemburgo. Según los resultados casi definitivos, el partido cristiano-social de Juncker ha obtenido el 33,7% de los sufragios, contra el 38% que obtuvo hace cuatro años. El partido liberal del alcalde de Luxemburgo Xavier Bettel, es el triunfador de estas elecciones al haber conseguido el 18,2% de los votos, con una subida de 3,2 puntos. Los socialistas, han bajado 1,3 puntos en relación a las elecciones de 2009, aunque han conseguido el 20,3% de los sufragios.
Los luxemburgueses se debatían entre mantener al «incombustible» Juncker o dar un aire fresco a la política del país. Han elegido lo primero, aunque han castigado al ex primer ministro. Su opositor, con más posibilidades era el ex ministro de Economía y Comercio exterior, el socialista Etienne Schneider, pero no ha podido con la figura del exjefe del ejecutivo luxemburgues, aunque ha conseguido 13 escaños.
Los comicios se adelantaron al perder el primer ministro el apoyo de sus socios en la coalición de gobierno por un escándalo de espionaje que, sin embargo, no le ha restado apoyo popular. Al parecer, desde los años ochenta eran habituales las escuchas ilegales y la malversación de fondos, sin que nadie hubiera puesto coto a esa situación. Ha sido el asunto más espinoso en una campaña en la que también se ha hablado de crisis económica y paro. Aunque es el socio de la Unión con mayor renta per capita y con un desempleo que no llega al 6%.
Los socialistas del LSAP, que apoyaron hasta julio el Gobierno y provocaron su caída al retirarle el apoyo , han ido perdiendo credibilidad a favor del liberal Xavier Bettel (DP), que ha aumentado su popularidad. En las últimas elecciones en 2009, el CSV obtuvo 26 escaños de los 60 del Parlamento, por 13 de los socialistas, 9 de los liberales y 7 de los ecologistas. En Luxemburgo el voto es obligatorio y la abstención sin justificar se castiga con una multa.