La prensa española, curiosamente, es la más crítica con el Real Madrid. No hay descalificaciones, pero sí un regusto amargo de su actuación y resignación ante «otra vez, la bestia negra», como titula el deportivo madrileño Marca para decir sin complejos que «el Bayern de Múnich estará en su final... Se ganó tal derecho en la tanda de penaltis, tras un partido intenso, de Copa de Europa antigua. 120 minutos de la máxima tensión que se ventilaron desde los once metros». Marca reconoce que el Bayern dispuso de mejores ocasiones y mostró sus armas, «que son exactamente las mismas que las del Madrid: un ataque demoledor».
El diario As califica de heroico el partido y titula «Pena máxima». Su crónica comienza así: Habrá final española. Pero la jugarán Torres y Mata contra Mario Gómez. Resalta la valentía del Bayern y que el Madrid no haya tenido de rivales de tanta altura en Liga. «Esa falta de dificultades le hizo no saber nadar a contracorriente».
Entre los periódicos de información general, ABC recurre a la «ruleta» de los penaltis para definir el resultado, pero califica de brutal el potencial de ataque del Bayern, «así que fue casi un suicidio y a los de Mou les faltaba gente en el medio campo para frenar esa avalancha». El País es más benévolo con los blancos y titula: «El Madrid se despide como un coloso», aunque en letra más pequeña reconoce que el equipo «aguantó con un esfuerzo sobrecogedor, con el Bernabéu como gran depósito sentimental».
El Mundo opta por subrayar la consecuencia: «El Bayern aparca la décima en los penaltis», pero no se resiste a halagar al rival alemán: «Sobrevivió el Bernabéu al asedio y poderío en juego de un gigante Bayern al no le correspondió el marcador en su demostración de autoridad en campo rival, sobre todo en los 90 minutos».
Los diarios de Barcelona comentan la eliminación del Madrid de la Champions con la resaca triste de haber tomado el día anterior la misma medicina contra el Chelsea. El deportivo Sport se ensaña: «La décima... decepción. El fútbol hizo justicia y el Madrid pagó su racanería». No tiene dudas el diario catalán para asegurar que el «Bayern fue infinitamente superior».
Neutral, La Vanguardia, relata un «partido de infarto el que se ha visto esta noche en el Bernabeu con dos equipos que no han dejado que el ritmo decayera en ningún momento. Real Madrid y Bayern de Munich han firmado una semifinal a la altura de la categoría de ambos conjuntos».
El Periódico de Catalunya hace este planteamiento del partido: «dos equipos con un esquema de juego similar, pero mimbres de distinto nivel. El Madrid, favorito sobre el papel. En el campo, la cuestión se ha mostrado desde el primer minuto del encuentro más confusa, pendiente más de la suerte que del nivel de los jugadores». Y así es su versión del desenlace: «Al final, todo a los penaltis. Y Cristiano ha fallado. Y ha fallado Kaka. Y ha fallado Sergio Ramos. 1-3 desde los 11 metros. El Madrid ha sido eliminado. El Bayern ha pasado a la final».
Menos pasionales que los españoles, los periódicos alemanes celebran sin más el pase de su equipo a la final. El muniqués Süddeustsche es discreto en su valoración, pero exultante con el resultado: «la semifinal, dramática; el Bernabéu, un infierno; los jugadores del Bayern, unos héroes». Bild lleva a su portada un «sí» de alegría que suena a incredulidad:»Jaaaaaaaaaaa». Hasta el titular de la crónica lo confirma: «el sueño del Bayern es cierto». El serio Frankfurter Allgemeine, dice que es el «momento mágico de Baviera» y habla de perfección en las filas del Bayern.
En el Reino Unido la prensa parece lamentarse de que no sea el Real el rival del Chelsea y todos coinciden en citar al entrenador que una vez fue protagonista allí. El Daily Mail dice que «las esperanzas de una gran reunión con Mourinho en Baviera se derrumbaron en una noche dramática en el Bernabéu». The Guardian recuerda que «en 24 horas se ha disuelto el sueño de una final 'ibérica'... y también la esperanza de Mourinho de convertirse en el primer entrenador que gana la Copa de Europa con tres diferentes clubes». El Daily Telegraph comienza así una crónica agridulce: «Aún podría ser una experiencia única. Incluso sin José Mourinho».