Los ciudadanos europeos deberían poder ver fútbol en directo en lugares públicos, aunque se utilicen tarjetas descodificadoras compradas en el extranjero, según la abogada del Tribunal de Justicia de la UE, Juliane Kokott. Es sólo su opinión y no es vinculante, pero podría tener grandes implicaciones en el enorme mercado de las retransmisiones deportivas en toda Europa.
La abogada considera que la comercialización de derechos de radiodifusión con exclusividad territorial va contra el derecho comunitario, porque vulnera la libre prestación de servicios en el mercado interior y, por tanto, no se debe prohibir.
La letrada se pronuncia así , tras una consulta del Tribunal Supremo británico, ante un litigio de la Football Association Premier League, que comercializa los derechos de la liga inglesa, contra un pub de Portsmouth que ofrecía partidos de la Premier utilizando una tarjeta descodificadora griega. Entiende que la exhibición de partidos se realizó previo pago de la tarifa de tarjetas y que el hecho de que sean más baratas las griegas que las británicas forma parte de la lógica del mercado común.
Su opinión no es vinculante. Los abogados generales proponen al Tribunal de Justicia una solución jurídica sobre el asunto consultado y ahora los jueces europeos deliberarán hasta dictar sentencia.
Un portavoz de la Liga inglesa ha dicho que si Europa «quiere crear un modelo de licencia paneuropeo para la retransmisión de deportes y espectáculos debe hacerlo mediante un proceso legislativo y no imponer cambios por la vía judicial».