No tuvieron que gastar balas, los gasearon en Treblinka. En 3 meses fueron deportados unos 260.000 habitantes, una cuarta parte de la población del gueto, el más grande construido por los nazis. Fue creado en octubre de 1940, un año después de la invasión de Polonia. En el corazón de la capital se levantó un barrio especial de unos 3 kilómetros cuadrados, delimitado por muros donde se encerró a medio millón de judíos. El hambre y las enfermedades diezmaron la población.
Todo estaba previsto en la vasta operación «Reinhardt», donde se establecía el exterminio de la población judía, lanzada por los alemanes en la Polonia ocupada. Al norte Varsovia, al sur Cracovia y Lublin al este. De todos esos lugares se deportaron a casi dos millones de judíos que murieron en los campos de Treblinka, Sobibor y Belzec. En la liquidación del gueto, dirigidas por la SS, colaboraron ucranianos, letones y lituanos. En 3 meses quedaron sólo 35.000 judíos registrados y otros 25.000 que vivían escondidos. Sobrevivieron sólo 500 niños. Por eso para conmemorar el 70 aniversario se celebra una marcha en memoria de las víctimas más jóvenes.
Hasta hace poco la fecha del 22 de julio no aparecía en el calendario histórico de Varsovia. Durante el regimen comunsita ese mismo día se celebraba una gran fiesta que la eclipsaba. El 1 de agosto de 1944, mientras las tropas soviéticas estaban a las puertas de la capital polaca, se levantó una insurreción contra los nazis que duró 63 días y costó la vida a 18.000 combatientes y 200.000 civiles, con ellos cayó también la capital que quedó casi totalmente destruida.