El Comisario se ha defendido asegurando que hay que sacar lecciones del caso «y esto muestra que hay que acelerar la puesta en marcha del supervisor bancario único». Para el responsable de asuntos económicos de la CE, el caso chipriota comporta que «aseguremos de que, aunque el supervisor único falle, tenemos un mecanismo único de resolución bancaria que proporcione los instrumentos adecuados para una reestructuración» del sector bancario.
Los eurodiputados han hablado de «mensaje espantoso», «comisión de investigación», «atacar la soberanía fiscal» y «comportamiento criminal». Todo eso ha tenido que escuchar Rehn durante su comparecencia.
El eurodiputado francés Jean-Paul Gauzes (PEE) opina que los mensajes que ha enviado el Eurogrupo a los mercados y a los ciudadanos es «espantoso». «Yo veo dos causas principales de la mala situación en Chipre: la falta de vigilancia y supervisión por parte de las instituciones europeas y el hecho de que los bancos de Chipre se permitieran demasiados riegos en sus actuaciones».
El portavoz socialista, el austríaco Hannes Swoboda (S&D) ha criticado al Consejo y en concreto a Alemania por comportarse de «una manera colonial», y ha pedido a la Comisión que elimine la Troika (Comisión, Fondo Monetario Internacional y Banco Central Europeo), tal y como está pensada actualmente. «Cuando hablo con la Comisión quiero hablar con la Comisión Europea que es quien debe gestionar estos problemas, no con la troika. Disolvámosla».
El líder de los liberales, el belga Guy Verhofstadt, (ALDE) considera esencial «averiguar exactamente qué se hizo mal, porque el BCE, la Troika y el presidente del Eurogrupo Jeroen Dijsselbloem tienen preguntas difíciles a las que responder. Si esas respuestas no llegan pronto, el Parlamento Europeo quizás tenga que crear una Comisión de Investigación,».
El francés Daniel Cohn-Bendit (Verdes/ALE) opina que el conflicto con Chipre obliga a la UE a revisar su relación con Turquía, y que la solución real sería la reunificación de la isla para facilitar su crecimiento potencial y la inversión.
El checo Jan Zahradil, de los Conservadores y Reformistas europeos (ECR) considera que el verdadero problema «sobrepasa la situación concreta de Chipre, porque se está usando al país como excusa para atacar la soberanía fiscal».
El euroescéptico británico Nigel Farage, (Europa de la Libertad y de la Democracia -EDF-), ha acusado a la Comisión de «comportarmiento criminal» y de robar a la gente con el fin de apoyar el proyecto europeo. Acostumbrado a las frases fuertes ha asegurado que «nadie tiene ya confianza. El mensaje a los inversores es claro: Lárguense de la zona euro».
El eurodiputado chipriota Takis Hadjigeorgiou (Izquierda Unitaria Europea/Izquierda Verde Nórdica) ha dicho que los chipriotas se consideran «ninguneados» y ha acusado al Partido Popular Europeo de usar un discurso de doble moral, apoyando la causa chipriota dentro del Parlamento Europeo pero no dentro del Eurogrupo. También ha criticado al Consejo por imponer medidas a Chipre que nunca se atrevería a aplicar a los países más grandes.