Hablamos con Diego Cánepa, prosecretario de la Presidencia de Uruguay
La decisión del gobierno uruguayo de regular la producción, distribución y venta de marihuana para combatir el narcotráfico y abordar problemas de salud pública ha sido condenada por la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE). Raymond Yans, presidente de esta agencia de la Organización de las Naciones Unidas, acusó a las autoridades uruguayas de tener una «actitud pirata» ante las convenciones del foro mundial sobre las drogas.
El presidente de Uruguay, José Mujica, promulgó el 23 de diciembre la Ley 19.172 de regulación de la marihuana (cannabis), pero su entrada en vigor será este mes, dejando a todo el sector bajo la órbita del Instituto estatal de Regulación y Control de Cannabis, creado por una norma de 44 artículos.
Diego Cánepa, prosecretario de la Presidencia, que encabeza Mujica, señala que regular el mercado de la marihuana ha sido una decisión correcta para su país.
¿Qué le parece que la JIFE llame «pirata» a su país por legalizar el mercado de la marihuana?
DIEGO CÁNEPA: Bueno, la JIFE es solo un organismo de la ONU y es solo una opinión. Tiene un mandato especial, y ese mandato no es decidir qué enfoque debe adoptar cada país.
Hemos tenido un debate acerca de la correcta interpretación de las convenciones de la ONU sobre estupefacientes. Creemos, y tengo la evidencia que lo demuestra, que nuestra interpretación es correcta. Seguimos el espíritu original de la convención y esperamos que el paso que hemos dado sea el adecuado para crear un control mejor del mercado de la marihuana en nuestro país.
La prohibición ha sido un gran error en los últimos 40 años, así que creemos que un mercado de la marihuana estrictamente regulado es la mejor manera de respetar el espíritu de las convenciones de la ONU sobre las drogas.
¿Se sintió frustrado al oír a personas de otros países decir que lo que ustedes están haciendo está mal, por ejemplo de países que tienen un enfoque mucho más conservador en relación a las drogas?
DC: Respetamos mucho todas las opiniones. Es un debate abierto. No pensamos que somos los dueños de la verdad. Escuchamos con mucho cuidado las opiniones de otros países, pero defendemos nuestro derecho soberano a hacer lo que pensamos que es correcto para nuestro propio país y para nuestro pueblo. Y creemos que, en cuanto a las políticas de salud, esta es la mejor opción para Uruguay.
No queremos ser un modelo para otros países, simplemente pensamos que es lo mejor para el nuestro y nosotros defenderemos nuestro derecho a tomar esta opción. Pero estamos abiertos al debate. Pensamos que la prohibición no es la respuesta, y hay evidencias abrumadoras de que es un error. No queremos tener esta clase de política. Necesitamos tener el derecho a explorar un enfoque diferente en relación con las drogas.
Si dentro de un par de años ustedes concluyen que la legislación no está funcionando como esperaban o que no están viendo los resultados que querían en materia de salud pública, ¿estarían dispuestos a volver a prohibir las drogas?
DC: Pienso que la cuestión es otra. Primero que nada, unos pocos años no son suficientes. Se necesitan por lo menos ocho, nueve o 10 años antes de poder sacar conclusiones. Necesitamos reunir muchas evidencias a lo largo de un período prolongado para entender realmente qué efectos está teniendo esta política.
Si se mira la salud pública, la violencia, el consumo de drogas, todas las evidencias hasta ahora nos muestran que al regular el mercado y volver visible lo que hasta ahora era un mercado invisible, uno puede controlar mejor ese mercado y controlar el tráfico, y entonces hay menos violencia. Pienso que si no eso no ocurre en 10 años entonces tendremos otro debate. Pero no pienso que volvamos a prohibir (la marihuana). Necesitaremos hallar otra respuesta.
IPS: ¿Se siente feliz cuando ve que otros países hacen cosas similares a las que han hecho ustedes? Por ejemplo, algunos estados de Estados Unidos, que han legalizado la venta de marihuana.
DC: En realidad, lo que hicieron en Colorado es mucho más de lo que hemos hecho nosotros. Allí usted es libre de comprar y vender lo que quiera. Ellos tienen un modelo diferente al nuestro. Pero en Estados Unidos hay 18 estados donde se puede comprar marihuana con fines médicos. Sin embargo, eso es un eufemismo, porque sabemos que la mayoría de las personas usan la marihuana no con fines terapéuticos, sino con la excusa terapéutica.
Vemos que un estado individual en Estados Unidos está operando de esta manera sin que haya un control federal sobre él, así que es imposible no aceptar que hay un gran debate abierto, cuando hay diferentes países en todo el mundo adoptando distintas posturas.
IPS: ¿Piensa que otros países seguirán su huella y regularán sus mercados de marihuana?
DC: Realmente no sé, y no es nuestro objetivo que nadie nos siga o que haga lo que hemos hecho. No queremos ser un modelo para otros países. Respetamos las políticas de todos los demás, pero pensamos que este es el mejor modelo para nuestro país.