Dicen que la crisis agudiza el ingenio y para muchos este ha sido uno de los años de mayor calidad en las películas nominadas. La XXVI edición de los Premios Goya sorprendió en la noche de este domingo, o quizás a algunos no mucho. Al contrario que otros años, ninguna cinta destacó especialmente sobre el resto y los galardones estuvieron más repartidos que nunca.
La película «No habrá paz para los malvados» se confirmó en la recta final de la ceremonia como la vencedora al alzarse con el premio a la Mejor Película, Mejor Director (Enrique Urbizu) y Mejor Actor para un ya clásico del cine español, José Coronado que lograba su primera estatuilla. Al final fueron seis las veces que la película de Urbizu se impuso al resto. También lo hizo en las categorías de Mejor Montaje, Sonido y Guión Original.
Pedro Almodóvar, recientemente galardonado con el premio Bafta del cine británico a la Mejor película de habla no inglesa, logró cuatro Goyas de los 16 a los que aspiraba. Su regreso a la Academia, tras divergencias con el sistema de votaciones, no estuvo a la altura de lo esperado, sobre todo teniendo en cuenta el éxito que ha obtenido en su paso por los festivales más importantes del mundo. Su país, esta vez, se le queda al director manchego como la gran espina a batir en sus próximos filmes.
«La piel que habito», sin embargo, coronó a Elena Anaya como Mejor Actriz y Jan Cornet como Mejor Actor Revelación. También Alberto Iglesias lograba su décimo Goya en la categoría de Mejor Música Original, todo un valor seguro de cara a estos premios.
ese a pasar desapercibida en taquilla, la cinta de Mateo Gil «Blackthorn», que ha resucitado el western en nuestro país, empató con Almodóvar en cuatro estatuillas. Con tres, el debutante Kike Maíllo gracias a la cinta de ciencia ficción «Eva» (Mejor Director Novel, Mejor Actor de Reparto para Lluís Homar y Mejores efectos especiales) y otros tres para otra de las grandes perdedoras de la noche, «La Voz Dormida». El nuevo filme de Benito Zambrano sobre la Guerra Civil sin embargo consiguió que una de las clásicas secundarias del cine español, Ana Wagener, se alzara por fin como Mejor Actriz de Reparto y la debutante María León como Actriz Revelación. El premio a la Mejor Canción Original (»Nana de la hierbabuena» de Carmen Agredano) completan su palmarés.
Santiago Segura, Anonymous, Silvia Abascal y Arrugas
Fue una noche en la que no faltaron los espontáneos, como Anonymous. Este grupo contrario a la Ley Sinde trató de usar la gala para protestar contra la citada ley y tres de sus miembros trataron de subir al escenario, mientras al mismo tiempo, boicoteaban la página web de la Academia de cine. Hechos como éste vuelven a poner de nuevo en entredicho la seguridad del festival.
Una de las presencias más aplaudidas fue la de Santiago Segura. No tenía ni tan siquiera ninguna nominación a pesar de que él solo ha recaudado, con su cuarta entrega de «Torrente», el veinte por ciento de la taquilla del cine español en 2011. Lo dejó caer y Twister ardió. Los internautas apostaban por Segura como próximo conductor de los Goya.
Las otras dos grandes sorpresas de la noche fueron la reaparición de la actriz madrileña Silvia Abascal tras sufrir un ictus hace unos meses llevándose el aplauso más destacado de la noche. Emocionada Abascal no pudo dejar de agradecer las muestras de cariño durante sus meses de convalecencia y recordó que su sueño «era estar aquí». Y para sueño el de una modesta película, «Arrugas». Logró dos premios, a la de Mejor película de animación y a la de Guión Adaptado imponiéndose a gigantes de la talla de Almodóvar. La cinta está ambientada en una casa de retiro y gira en torno a la amistad entre dos hombres de edad avanzada, uno de ellos en las primeras etapas de la enfermedad de Alzheimer
The Artist, Mejor Película Europea
El fenómeno cinematográfico del año no se podía ir sin premio. La cinta muda «The artist» se impuso, sin sorpresas, como Mejor Película Europea. Michel Hazanavicius tiene prácticamente asegurado el Oscar a la Mejor Película en la ceremonia que tendrá lugar en Los Ángeles el próximo domingo. Tras arrasar en todos los festivales del planeta, el Bafta, el Globo de Oro y ahora el Goya le allanan su camino al Oscar.
La cinta que narra la historia de la estrella del cine mudo, George Valentin (Jean Dujardin) en el Hollywood de 1927, su arrogancia, la pérdida de fama y el inicio del cine sonoro se impuso a otra de las grandes favoritas, la danesa «Melancolía» de Lars Von Trier y protagonizada por Kirsten Dunst, reconocida como Mejor Actriz en el pasado Festival de Cannes, y el estadounidense Kiefer Sutherland. El argumento de la cinta gira en torno a dos hermanas interpretadas por Kristen Dunst y Charlotte Gainsbourg, y cómo sucede la boda de la primera, al tiempo que se conoce que una estrella podría chocar con la Tierra y acabar con el mundo. Un ejercicio mental con elementos de ciencia ficción con el fin del mundo como hilo conductor.
La británica «Jane Eyre» y la francesa «Un Dios salvaje», última cinta del aclamado Roman Polanski han sido las otras dos nominadas en la misma categoría y que finalmente no han resultado premiadas. Jane Eyre, dirigida por Cary Fukunaga y protagonizada por Mia Wasikowska y Michael Fassbender y basada en la novela homónima de Charlotte Brontë cuenta la historia de la propia Jane Eyre (Mia Wasikowska) que huye de Thornfield House, donde trabaja como institutriz contratada por el acomodado Edward Rochester (Michael Fassbinder). La aislada e impresionante mansión, así como la frialdad del Sr. Rochester ponen a prueba la resistencia y fortaleza de la joven, educada en un orfanato. Pero al reflexionar sobre su pasado y recuperar su curiosidad natural, Jane regresará a Thornfield House y al terrible secreto que esconde el Sr. Rochester.
Por su parte «Un Dios salvaje» es una comedia negra que cuenta la surrealista relación de dos parejas (Kate Winslet y Christoph Waltz, Jodie Foster y John C. Reilly), que se reúnen en casa de los segundos para hablar después de que sus hijos se hayan peleado ese día en el parque y donde las situaciones inverosímiles no dejan de sucederse.