Según el informe se pierde por término medio unos 36 días laborales por cada episodio de depresión. Esta cifra equivale a más de 21.000 días de trabajo perdido en este grupo de personas. Varían según los países desde el 41% en Reino Unido al 23 % Italia. El informe se ha realizado a 7.000 personas de Reino Unido, Alemania, Italia, Dinamarca, Turquía, España y Francia. A pesar de la magnitud del problema, uno de cada tres empleadores dice que no cuenta con un sistema de apoyo formal o recursos para tratar con los trabajadores afectados.
Los que más posibilidades tienen de faltar al trabajo cuando padecen un proceso de depresión son los de Reino Unido, Dinamarca y Alemania, los que menos faltan son los turcos. Aunque en todos los países, uno de cada cuatro trabajadores con depresión dijo que no había dicho nada en el trabajo. Uno de cada tres afirmó que estaba convencido de que, con esta crisis, si lo hablaba con su jefe pondría en peligro su empleo.
Cerca del 35 % de los 792 jefes encuestados dijeron que no tenían apoyo formal ni recursos para tratar a empleados con depresión.
El doctor Vincenzo Cotigliola, presidente de EDA, ha dicho que «los resultados del sondeo muestran que es preciso hacer mucho más para aumentar el grado de concienciación y ayudar a los trabajadores y empleadores a reconocer y manejar la depresión en los lugares de trabajo».
La depresión es el reto mayor de salud mental entre las personas en edad laboral, y más de 30 millones de ciudadanos europeos la padecerán en algún momento de su vida.
La encuesta muestra que el conocimiento de los síntomas de la depresión es pobre, el 33 % de los encuestados afirmó que padecía olvidos, el 44 % indecisión y el 57 % problemas de concentración. Mientras que el 88 % identificó un bajo estado de ánimo o tristeza como una señal de depresión.