Latinoamérica es un subcontinente en expansión económica con un crecimiento relativamente sostenible. La Unión Europea no acaba de salir de la recesión y sus perspectivas económicas se siguen moviendo en la incertidumbre. Con estas premisas, es evidente que la relación política y comercial no es la misma.
En la inauguración de Asamblea parlamentaria euro-latinoamericana, los representantes europeos han insistido en esa idea. «La nuestra ya no es más una relación paternalista, sino una relación entre iguales», declaró el copresidente de EuroLat por parte europea, José Ignacio Salafranca. Y lo dijo también la Alta Representante de la Política Exterior europea, Catherine Ashton, al subrayar la voluntad de la UE de colaborar «de igual a igual» con América Latina, que «va mucho más de la ayuda al desarrollo».
En el discurso inaugural, el presidente de Chile, Sebastián Piñera, señalo que el continente «ha renacido» tras aprender de sus errores históricos y ha pedido más transparencia, participación y democracia en las relaciones bilaterales.
Los parlamentarios europeos y latinoamericanos tratarán sobre cooperación en la lucha contra el narcotráfico y la delincuencia organizada, la globalización y la crisis financiera, la prevención de catástrofes naturales en Europa y América Latina, la transparencia y la corrupción, la seguridad alimentaria, la educación y la minería. Sus conclusiones se trasladarán a la cumbre UE-CELAC del fin de semana.
Salafranca recordó que «la gran asignatura pendiente es ahora el acuerdo de asociación UE-Mercosur» y la copresidenta de la asamblea parlamentaria, la hondureña Gloria Oqueli, fue más realista al señalar que «debemos profundizar en temas donde encontremos espacios de convivencia».