En la Tierra nos parece natural que el nivel del mar suba y baje dos veces al día debido a la atracción de la Luna y del Sol. Lo que es menos conocido por los profanos y más difícil de percibir, es que las mareas también afectan a la corteza y al manto terrestre que en cada ciclo se desplaza unas décimas de centímetro.
La sonda Cassini, ha descubierto que eso también sucede en la superficie de Titán. Se han detectado fuertes mareas causadas por la atracción gravitatoria de Saturno, dice Luciano Less, de la Universidad «La Sapienza» de Roma, autor principal del artículo que sobre ese tema se ha publicado en la revista Science.
Titán está en una órbita elíptica en torno a Saturno, y da una vuelta completa cada 16 días. La gravedad del planeta actúa sobre el satélite deformándolo hasta parecer un balón de rugby cuando está en el punto más cercano.
Gracias a Cassini, los astrónomos saben que la superficie de Titán está formada por agua helada , cubierta en su mayor parte por una capa de moléculas orgánicas. «El océano que oculta podría contener otros compuestos, como amoníaco o sulfato de amonio» dice Less, que añade «si bien no podemos deducir la profundidad del océano a partir de nuestras medidas, los modelos matemáticos sugieren que podría tener hasta 250 km de profundidad, fluyendo bajo una capa de hielo de unos 50 km de espesor».