Amigos de la Tierra quiere llamar la atención sobre el riesgo que supondría el maíz transgénico 1507 sobre la salud de los consumidores si fuese aprobado. En la actualidad, la Comisión Europea está considerando la autorización de este nuevo maíz, tras haber recibido una fuerte presión de la industria biotecnológica desde hace años, más en concreto, de la multinacional agroquímica Pioneer Hi-Bred. La empresa de DuPont lleva desde 2001, solicitando la aprobación del maíz 1507, para su cultivo en la Unión Europea.
La asociación ecologista ha advertido en reiteradas ocasiones del peligro de este cultivo modificado genéticamente. Esta variedad de maíz transgénico de Pioneer, conocido como maíz 1507, presenta dos modificaciones genéticas que le permiten producir una toxina para combatir la plaga del taladro del maíz y a la vez ser tolerante al glufosinato, un herbicida catalogado por la UE de toxicidad aguda. Este químico representa una amenaza para consumidores, agricultores e insectos, y por tanto para la salud humana y los ecosistemas. De cultivarse a escala comercial, contribuiría al incremento del uso del agrotóxico y sus problemas sanitarios asociados.
Además, la evaluación y la gestión para controlar los riesgos del maíz 1507 presentan graves lagunas. Todavía se espera que la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) publique un nuevo estudio completo que analice los impactos que implicaría esta autorización. La propia agencia demostró la amenaza que supone para mariposas y polillas, pero faltan todavía datos sobre los impactos en otros polinizadores fundamentales, como es el caso de las abejas.
No parece casual que se modificase la normativa europea para el herbicida Glufosinato en abril de 2013 permitiendo su uso en franjas o de manera localizada, cuando anteriormente su uso era más restrictivo.
España es el país con más hectáreas cultivadas del único maíz transgénico autorizado en Europa (MON 810), seguido de Portugal, República Checa, Rumanía y Eslovaquia. La nueva ley aprobada a principio de año sobre la «renacionalización» de las decisiones sobre cultivos transgénicos sitúa al estado español en el punto de mira de las empresas biotecnológicas, y la puerta principal a este nuevo maíz transgénico tolerante al glufosinato.
«No podemos poner en peligro la salud de las personas por presiones y beneficios empresariales. Hemos demostrado que la ciudadanía demanda cada vez más alimentos sanos y de proximidad , además, tanto en España como en el resto de Europa, la ciudadanía ha dejado claro su rechazo a los cultivos transgénicos en repetidas ocasiones», ha declarado Sandra Espeja, responsable del área de Agricultura y Alimentación de Amigos de la Tierra.
Amigos de la Tierra exige al gobierno que apueste por una agricultura de proximidad, ecológica, libre de tóxicos y transgénicos. Se trata de una demanda social que va en aumento y una oportunidad para dinamizar la economía local.