Casi 40.000 trabajadores griegos han parado en la segunda huelga general en tres semanas y se han manifestado en Atenas para mostrar a los dirigentes europeos que los recortes en los salarios y las pensiones están colmando su vaso.
Los manifestantes arrojaban trozos de mármol, botellas y cócteles molotov a la policía que cerraba con barricadas la plaza del Parlamento. Las fuerzas policiales respondieron con gases lacrimógenos. Una persona de 65 años murió de un ataque cardiaco, otras tres personas han resultado heridas y unos 50 manifestantes han sido detenidos.