En el mundo hay unos 10 millones de refugiados. De ellos, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas -ACNUR- calcula que 203.000 necesitan ser reasentados. La gran mayoría de estas personas se encuentran en la emigración ilegal o en países muy alejados de Europa, por lo general pobres, con recursos muy limitados, inestables políticamente y en muchos casos con graves conflictos internos. La mejor solución para estas personas, y la que ellos preferirían, sería el regreso a sus países de origen, pero en la mayor parte de los casos esto no es posible y hay que acudir al último recurso: el reasentamiento.
En 2008 fueron reasentados, en países de todo el mundo, unas 65.000 personas, entre ellas, 4.378 en países de la Unión Europea. Europa debe ser "un modelo de firmeza contra la emigración ilegal, pero también de humanismo para con los refugiados". Son palabras del vicepresidente Jacques Barrot, comisario de Libertad, Seguridad y Justicia, quien ha propuesto la creación de un programa conjunto de la UE de reasentamiento, que sea un instrumento eficaz. En la actualidad son diez los Estados miembros que acogen refugiados con carácter anual, otros los reciben de forma ocasional sin que exista ninguna coordinación.
El programa propuesto por la UE prevé una cooperación entre los países para realizar de manera conjunta la identificación de los refugiados y establecer prioridades. Por su parte, los Estados miembros deben decidir si quieren aceptar reasentamientos y el número de refugiados que deseen recibir.