El accidente se ha producido en la zona de Vauxhall, que ha quedado colapsada. El helicóptero explotó tras la colisión y se convirtió en una bola de fuego que cayó al suelo, alcanzando a varios vehículos y formando una columna de humo visible desde toda la ciudad. En la zona hay una estación ferroviaria y la sede del espionaje británico, que no han sido afectadas.
Sesenta bomberos trabajan para apagar el fuego y despejar la zona, que ha sufrido importantes daños. Se rastrea también una parte del Támesis ante el temor de que pueda haber más víctimas. La policía solo ha podido confirmar hasta el momento que hay dos personas muertas, que serían el piloto del helicóptero y un ocupante, y nueve heridos, uno en estado crítico.
La visibilidad era escasa en Londres esta mañana y, de hecho, varios vuelos habían sido desviados.