El Caballo de Troya gigante, representando al TTIP, ha inaugurado el Tour del Tratado de Troya con una acción en Puerta de Toledo, Madrid. El Caballo lleva recorriendo Europa desde el verano de 2014 y hasta la fecha ha visitado más de 10 países. Durante el acto las organizaciones han escenificado las negociaciones en completo silencio, tal y como afirman se está negociando el TTIP, que se ha ganado su asociación al caballo de Troya precisamente por el secretismo y la opacidad que envuelven a todas las negociaciones.
El pasado jueves, la Comisión de Comercio Internacional (INTA) del Parlamento Europeo presentó y aprobó un proyecto favorable al tratado y al mecanismo ISDS (Mecanismo de Resolución de Controversias entre Inversores y Estados), por 28 votos a favor (entre ellos los socialdemócratas, variando su anterior oposición al mecanismo IDSD) y 13 en contra.
El pleno del Parlamento Europeo se pronunciará la semana del 8 de junio en la votación definitiva. A pesar de que la decisión del Parlamento no es vinculante, la Comisión Europea ha de tener muy en cuenta su posicionamiento, ya que es un indicador clave del sentir del órgano más cercano a la ciudadanía europea.
«No hablamos de consecuencias lejanas» ha señalado Sandra Espeja, de Amigos de la Tierra, «las consecuencias las vamos a sentir muy directamente; aumentará el uso de la fractura hidráulica y otras formas de energía sucia, llegarán transgénicos a nuestros platos, comeremos carne tratada con fármacos prohibidos en varios países y disminuirán los controles de calidad».