A partir de ahora los buques de la UE están obligados a descargar en el puerto los cuerpos de los tiburones con la aleta parcialmente adherida a él. De esta manera la aleta se puede doblar y los tiburones se almacenan bien en la bodega del barco, que era uno de las causas que se alegaban para cortarlas. La aleta es la parte más valiosa del tiburón, muy valoradas en el mercado asiático.
El endurecimiento del Reglamento que ha votado el Parlamento a propuesta de la Comisión, es fundamental para que se abandone esa práctica. A favor de la iniciativa han votado 556 eurodiputados y 47 en contra. Esta vez no ha servido la presión de representantes de la industria pesquera española y portuguesa, las únicas en la UE que practicaban ese lucrativo negocio.
Para Ecologistas en Acción que junto a la Shark Alliance lleva años intentando proteger a los tiburones, la decisión del Parlamento representa un triunfo para «un grupo de animales que se encuentra en una situación de conservación dramática. Cerca de un tercio de las especies de tiburones están amenazadas».
Desde 2003 los pescadores europeos no podían cortar en el mar las aletas, pero una interpretación abusiva de la norma hacía que se pudieran desembarcar cuerpo y aleta en diferentes puertos y esto permitía fraudes.
España y Portugal eran los dos único países de la UE que seguían dando permiso para esa forma de pesca. La UE y fundamentalmente España, que pesca unas 50 toneladas al año, han sido los principales proveedores de aleta de tiburón al mercado asiático.