El segundo premio ha sido para el 92845, el tercero para 07637 y el cuarto corresponde a los números 07617 y 67009. El quinto premio se lo reparten los números 46984, 91363, 3206, 60090, 98538,67924, 74012 y 52028, podrán consultar los resultados de los boletos en la web de Loterías y Apuestas del Estado.
La resaca del sorteo de navidad nos ha dejado a todos, bueno a los que ni siquiera nos ha tocado la pedrea, ese alivio de que al menos tenemos buena salud y la familia nos arropa en su cálido seno navideño. Pero paremos a pensar, ¿realmente es tan bueno que nos toque la lotería?
Obviamente sí, pero echemos cuentas. A todos los premios derivados del sorteo y superiores a 2.500 euros el Estado aplica una retención del 20%, por lo que si nos ha tocado el Gordo, 79.500 euros van para las arcas de Hacienda. De modo que finalmente nuestro premio seria de 320.500 euros, sigue siendo dinero pero ya no sabe igual.
Otra de las desventajas de ganar la lotería es que tenemos que soportar una avalancha de cámaras y flashes que nos rodean en un momento donde apenas sabemos articular palabra, y nuestra reacción quedará registrada en el amplio archivo documental de RTVE, además de aparecer en los programas de zapping. Sí, nuestro rostro, ese mismo que ponemos mientras nos cantan el cumpleaños feliz quedará a merced de las bromas de Internet y demás.
También hemos oído la famosa frase de «como me toque la lotería ya se pueden despedir de mi en la oficina». Pues lo cierto es que un estudio llevado a cabo en Suecia ha revelado que tan solo el 12% de los ganadores del sorteo ha dejado su trabajo, mientras que el 62% ha continuado con su habitual rutina. Y es que pensándolo bien, la lotería no da para tanto, o al menos para disfrutar de una vida dedicada a la observación y el retiro espiritual.
Además ese mismo estudio también indica que los ganadores sufren un deterioro de su salud física pero no de su salud mental. Por ello la frase de al menos tenemos buena salud hoy cobra un mayor sentido. Es normal, el sorteo de la lotería es una montaña rusa de emociones, nervios cuando comienza, y si nos toca el primer paso es la incredulidad y los siguientes ya los conocemos, nuestro rostro indescriptible rodeado de cámaras y flashes.