Las dudas entre los inversores y los miembros del Eurogrupo han puesto al límite al gobierno de Atenas, incapaz de obtener resultados concretos suficientes de los repetidos planes de ajuste puestos en marcha y el fantasma de la suspensión de pagos cobra fuerza cada día.
Los expertos de la Unión Europea y del Fondo Monetario Internacional viajan la semana que viene a Grecia para comprobar la efectividad de los compromisos del ejecutivo antes de poner sobre la mesa los 8.000 millones que Grecia necesita en pocas semanas y corresponden al primer plan de rescate de 110.000 millones.
Acosado por las exigencias comunitarias y por los mercados, el gobierno de Papandreu no ha encontrado otra vía de escape más que aplicar un nuevo impuesto a las propiedades. , ha dicho el ministro griego de Finanzas, Evangelos Venizelos.
Como media, se gravarán 4 euros por metro cuadrado de construcción. Dependiendo del poder adquisitivo del propietario, serán 50 céntimos en las más comunidades más pobres hasta 10 euros en las zonas más adineradas. El impuesto se cobrará a través de la factura de la luz y estará vigente dos años.
Venizelos asegura que el país cumplirá con sus objetivos de déficit para 2011, fijados en 17.100 millones de euros, que tendrá que reducir hasta los 14.900 millones de euros en 2012.