En una rueda de prensa conjunta, Merkel y Sarkozy lo han dicho de diferentes formas, pero con una sola idea: «asumir sus responsabilidades», «respeto a la palabra dada», «cumplir los compromisos».
Merkel ha asegurado que «el tiempo se acaba» y los partidos políticos griegos no acaban de concretar las reformas necesarias para equilibrar sus cuentas, según lo pactado con la UE. «No habrá un nuevo programa para Grecia si no llega a un acuerdo con la troika (la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el FMI). Todos los responsables griegos deben saber que mantendremos esta posición», ha dicho tajante la canciller.
«No hay elección», ha añadido Sarkozy, tras considerar que «nunca hemos estado tan cerca del acuerdo, pero hay que concluir, firmar y decidir». Ambos dirigentes han pactado que los intereses de la deuda griega deberían depositarse en una cuenta bloqueada para garantizar que se pagan las deudas.
Mientras, todos están pendientes de lo que pasa en Atenas. La coalición de gobierno ha suspendido este lunes la reunión prevista con la troika, ante la falta de acuerdo para concretar los nuevos recortes. Poco después, se anunciaba una nueva medida de ajuste presupuestario, que pasa por reducir 15.000 plazas de funcionarios hasta final de 2012. Grecia contaba a finales de 2011 con más de 700.000 funcionarios.
Pero siguen pendientes otras cuestiones que enfrentan a los partidos griegos, como la reducción del salario mínimo por debajo de los 600 euros en el sector privado, condición necesaria para que la UE y el FMI aprueben un segundo préstamo a Atenas de , al menos, 130.000 millones de euros. Paralelamente, Grecia sigue sin avances en su negociación con los acreedores privados para conseguir la condonación de unos 100.000 millones euros de deuda.