Última oportunidad de la UE para frenar la crisis

Mayor liquidez para la banca europea, más condonación de deuda griega por los bancos, más flexibilidad y dinero para el futuro fondo de rescate. Son las respuestas que se propone dar la Unión Europea a la crisis de deuda, en la cumbre de jefes de Estado y de gobierno de este domingo y del Eurogrupo, el próximo miércoles. Los ministros de Finanzas ya han acordado que hacen falta 100.000 millones de euros de recapitalización bancaria y que la quita a Grecia será, como mínimo del 50%. Falta saber cómo se hace.

Cumbre de jefes de Estado y de gobierno de la UE
Cumbre de jefes de Estado y de gobierno de la UE / Foto: Consejo UE

Los ministros del ECOFIN han llegado a un principio de acuerdo para que los grandes bancos europeos tengan un capital de máxima calidad del 9%, es decir, tienen que conseguir fondos por valor de 100.000 millones de euros, la mitad de la cifra barajada como hipótesis hasta ahora y que llegó a citar el Fondo Monetario Internacional

La deuda pública, hasta hace poco un valor seguro, es ahora un lastre para las entidades financieras, sobre todo, las que compraron títulos griegos que han visto cómo su dinero se depreciaba enormemente en unos meses. Según datos de la UE, los más afectados son los bancos franceses, con títulos de países en riesgo por valor de 84.600 millones de euros, y los alemanes, con 67.900 millones, las dos terceras parte de ese capital en bonos griegos. Los bancos españoles e italianos tienen, sobre todo, deuda nacional.

En España se verían afectados por la recapitalización los bancos BBVA, Santander, Caixabank, BFA Bankia y Popular. La UE les exigirá que presenten un plan de recapitalización y que lo pongan en marcha en un plazo de 3 a 6 meses. La idea inicial es que los fondos salgan de capital privado. Si no lo consiguen, con asistencia de los gobiernos nacionales y, en último extremo, con préstamos del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera. Esta es la propuesta que ha defendido Bruselas, que gusta a Alemania y a la que Francia habría tenido que ceder.

La vicepresidenta y ministra española de Economía, Elena Salgado, ha dicho este sábado en Bruselas que «lo ideal» es que las entidades que necesiten fondos acudan a fuentes privadas y no utilicen ni el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) ni el fondo de rescate de la UE.

Los grandes bancos europeos han rechazado de plano la propuesta. El presidente del Santander, Emilio Botín, ya dijo que «poner en duda la sostenibilidad del sistema financiero europeo puede llevar a una espiral imparable de crisis soberanas y crisis bancarias».

Participación privada en el rescate griego

En cualquier caso, el principio de acuerdo alcanzado el sábado está sujeto al otro gran asunto de la cumbre: la participación privada en el segundo rescate griego. Los cálculos que se hacen hoy sitúan la quita de Grecia en un 50% o 60%.

El informe de la troika de expertos internacionales sobre la sostenibilidad de las finanzas griegas, filtrado al Financial Times, estima que para reducir la deuda de Grecia desde el actual 160% del PIB, hasta el 120% en 2020, los bancos acreedores deberían renunciar al 50% de la deuda; para llegar hasta el 110%, haría falta una quita del 60%. En ese caso, el segundo rescate griego necesitaría los 109.000 millones de euros acordados por la UE y el FMI en julio.

No hay nada decidido. En aquella reunión de julio se calculó un 21 % y ahora el presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, solo se atreve a decir que «hemos acordado que tenemos que elevar sustancialmente la contribución de la banca».

Un fondo de rescate capaz de salvar a España o Italia

La tercera pata de esta respuesta global a la crisis es la ampliación y flexibilización del fondo de rescate europeo, con la vista puesta en la posibilidad de que en el futuro haya que asistir financieramente a países más grandes de la eurozona, como España o Italia. Es lo que enfrenta aún más directamente a Francia y Alemania. El gobierno de Sarkozy pretende, cada vez con menos apoyos y posibilidades, que el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera funcionara como un banco con financiación del Banco Central Europeo y así aumentar su liquidez por encima de los 440.000 millones de euros que están fijados como capital efectivo. España e Italia apoyan esta opción.

Alemania, en cambio, propone que el fondo funcione como un seguro del crédito que podría asumir ciertos porcentajes de deuda y con el BCE al margen. Este asunto es lo que ha provocado la segunda cumbre europea para el próximo miércoles entre los líderes del Eurogrupo. Parte de la prensa europea ha especulado con la posibilidad de que Francia y Alemania ya hubieran llegado a un acuerdo para aumentar la capacidad del fondo hasta el billón de euros.

El presidente del Bundesbank, Jens Weidmann, ha alertado sobre una excesiva ampliación del fondo. «Sería una financiación estatal a través de la máquina de imprimir dinero y, desde mi punto de vista, una vía fatal que, además, prohíben los tratados de la UE», ha dicho.

Para evitar limitaciones, los grandes de la UE ya han propuesto una reforma de esos tratados y el presidente del Consejo, Herman van Rompuy, ha anunciado este sábado que la discusión comenzará el próximo diciembre.