Es la primera vez que un partido político en España admite que se financió con fondos públicos. El caso Pallerols, (que recibe el nombre de un empresario andorrano implicado en la trama) se descubrió en los años noventa, cuando se denunció que las empresas de Fidel Pallerols (que ha aceptado una pena de prisión de siete meses) se beneficiaron de las ayudas que recibía la Generalitat, liderada por el histórico Jordi Pujol, por organizar cursos de formación ocupacional con fondos de la UE. Las academias de Pallerols recibieron unos 8,8 millones de euros, del que el 10 por ciento fue desviado a UDC. La formación democristiana era la responsable de la Dirección General de Empleo, que gestionaba las ayudas.