Las imágenes de Timoshenko mostrando los moratones que le provocaron los malos tratos recibidos por funcionarios ucranianos cuando era trasladada desde la cárcel a una clínica han removido conciencias y el encarcelamiento de la exprimera ministra, acusada de abuso de poder en un juicio que la comunidad internacional consideró político ha vuelto a la primera página.
Lo nuevo es que en este caso hay posibilidades de represalia contra el gobierno ucraniano con efectos mediáticos. Ucrania celebra junto a Polonia la Eurocopa de fútbol 2012 y en la capital, Kiev, debe celebrarse la final del campeonato. Desde la cancillería alemana ya se apresuraron a decir que Angela Merkel no asistiría si no se modifica la situación e Timoshenko. En Bruselas, la comisaria de Justicia, Viviane Reding, se sumó al boicot en nombre de los derechos humanos y ahora es su jefe, el presidente Barroso quien anuncia que estará al margen de los actos de la Eurocopa.
Un portavoz del ministerio ucraniano de Exteriores ha dicho que «no nos gustaría pensar que los líderes alemanes son capaces de revivir métodos de la Guerra Fría y hacer que el deporte sea rehén de los políticos».
El aperitivo de represalia política contra el gobierno de Viktor Yanukovich será en dos semanas. En Yalta se había convocado una cumbre de líderes del centro y el este europeo y ya ha habido sonadas deserciones. No estarán los presidentes de Alemania, Austria, República Checa, Italia y Eslovenia. Timoshenko es la causa.
Vista la velocidad a la que se desarrollan los acontecimientos, la UEFA, organizadora de la Eurocopa, ya ha salido al paso y, en un comunicado, ha mostrado su preocupación por la situación política en Ucrania: «La UEFA ha alertado a la delegación de Ucrania sobre las preocupaciones creadas con motivo de la situación política en Ucrania entre políticos y medios europeos. Aunque la UEFA como organización deportiva nunca interfiera en asuntos políticos, ha solicitado a la delegación de Ucrania que transmita estas preocupaciones a las autoridades competentes».
La Eurocopa comienza el 8 de junio en Varsovia y, si el asunto se complicara más, ya no habría forma de organizar el campeonato en otro sitio o de otra forma. La solución que se apunta desde la UEFA sería trasladarlo al año que viene. La gran perjudicada por toda la polémica y sus posibles consecuencias es Polonia, la coanfitriona.
Desde el ministerio polaco de Exteriores se dice que «todas las llamadas a boicotear la Eurocopa 2012 son totalmente injustificadas». Polonia protestó por la forma en que se realizó el juicio a Timoshenko, pero «no hay que vincular los dos temas», afirman en Varsovia. En Kiev, se quejan: «el deporte es el deporte y la política la política, todo esto es una manipulación artificial».