Ucrania entre dos bloques

No es habitual ver como varios responsables de Exteriores de la Unión Europea se dan baños de masas con la oposición a un presidente elegido en las urnas, en un proceso electoral avalado por Bruselas. En las últimas semanas ha ocurrido varias veces en Kiev.

Oposición ucraniana
Oposición ucraniana / Foto: Youtube

El primero en hacerlo fue Guido Westerwelle, canciller de Alemania, el país de la UE que más está presionando al gobierno ucraniano para que retome la senda europea. No ha sido el único. La jefa de la diplomacia comunitaria Catherine Ashton y un sinfín de eurodiputados también lo han hecho, alinéandose sin rubor con partidos como UDAR, Batkivschina o Svoboda (extrema derecha que ha moderado su discurso en los últimos tiempos).

La dureza de estos gestos indica la importancia de la pieza en disputa. Ucrania tiene 46 millones de habitantes y es un mercado apetitoso para las exportaciones de Europa Central y especialmente de Alemania. Además es una vía principal de tránsito del gas ruso hacia el Oeste y es también emplazamiento clave en la estrategia militar de Rusia, que tiene en Crimea la base de su Flota en el Mar Negro.

Los intereses de Bruselas y Washington son variados y chocan frontalmente con los rusos. Además de los motivos militares que ya hemos citado, Moscú quiere mantener a Kiev dentro de su órbita por motivos económicos y culturales. El nacionalismo ruso entiende a Ucrania como el germen del mundo eslavo y ortodoxo, a pesar de que un número creciente de ucranianos mire con recelo a Rusia, principalmente por la represión en tiempos de la URSS. Las inversiones rusas son claves en el desarrollo del Este del país y Ucrania es una pieza fundamental en la Unión Aduanera y Euroasiática que promueve Vladimir Putin. La ex república soviética es una plataforma para proyectarse en el continente europeo.

Al contrario que Bruselas, Rusia mantiene las formas diplomáticas, pero presiona con fuerza a través de bloqueos comerciales y recordando la enorme dependencia de gas ruso que sufre Ucrania.

Los ucranianos se enfrentan a 2 mundos y gran parte de la decisión por uno u otro responderá a las influencias que llegan del exterior y no sólo a los ciudadanos. La elección no es fácil. A un lado, una Unión Europea en crisis económica y de valores, que desmonta el Estado del Bienestar y que les exigirá durísimos ajustes. Al otro, el universo ruso de formas autocráticas e infectado por la corrupción. Ucrania ya conoce ese modelo.