La situación geográfica de Turquía es parte de una histórica ruta utilizada para la inmigración ilegal de personas procedentes de Asia, Medio Oriente y África hacia la Unión Europea. Precisamente ante el temor de una posible avalancha de inmigrantes de esas zonas y de la propia Turquía, algunos países como Alemania y Francia se han mostrado reticentes a la adhesión de Turquía en el grupo de los 28. A lo que hay que añadir la histórica confrontación entre ese país y Chipre.
El acuerdo sobre liberalización de visados e inmigración ilegal, deberá ser ratificado todavía por el Consejo Europeo, el Parlamento Europeo y la Asamblea Nacional de Turquía. De llevarse a cabo, Turquía deberá readmitir no solo a personas de origen turco, sino de terceros países y también de los apátridas. Para que el régimen sin visados llegue también a buen puerto, Turquía tendrá que gestionar las fronteras y las políticas de visados en su propio país, con el objetivo primordial de frenar la inmigración irregular. Para ello los inmigrantes tendrán que aportar un seguro de documentos de viaje y establecer sistemas de migración y asilo de conformidad con las reglas internacionales. Otro requisito indispensable en la «Hoja de ruta hacia el régimen sin visados con Turquía» es la cooperación policial y judicial que permita luchar contra la delincuencia organizada, el contrabando, el tráfico de seres humanos y el respeto a los derechos de los ciudadanos y de los extranjeros.
Aunque el Primer Ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, ha asegurado que en tres años los ciudadanos de su país podrán viajar a la UE sin visado, Bruselas ha explicado que todavía es pronto para poner una fecha final a este acuerdo, que tendrá que ser sometido a votación por mayoría cualificada en el Consejo de la Unión y en el Parlamento Europeo una vez Turquía haya cumplido todos los requisitos incluidos en la Hoja de Ruta. Sin embargo, la comisaria Malmström ha querido expresar que este acuerdo es «un paso muy importante para la cooperación entre la Unión Europea y Turquía (...) que permitirá un progreso sustancial». Erdogan ha asegurado que si se suprimen los visados de la UE, ni Turquía ni los países miembros experimentarán el más mínimo problema. «Estamos llegando a asumir una carga para no ser una carga», ha dicho el Primer Ministro.
Aunque todavía con muchas reticencias, la vuelta a las negociaciones de adhesión de Turquía a la Unión Europea tiene pendientes 34 capítulos, de los que están abiertos 13, y solo se ha logrado cerrar de manera provisional uno, el relativo a innovación. En la actualidad las conversaciones se centran en un aspecto que no deja de ser importante para ambos, el capítulo 22, relacionado con la política regional.