Turquía no aceptará ser sólo un socio privilegiado de la Unión Europea. Su objetivo es la adhesión plena. El jefe negociador del gobierno turco, Egemen Bagis, considera que la UE cambia las reglas de juego por intereses políticos o de algunos países.
La UE abrió el proceso de adhesión a la UE en 2005 y, desde entonces, sólo se han abierto 13 capítulos de los 35 que componen las negociaciones y ocho permanecen bloqueados por los problemas turcos con Chipre. A estas alturas de las negociaciones, dice Bagis, «ofrecer algo así como una asociación privilegiada es una ofensa. No lo aceptaremos de ninguna manera».
Bagis ha hecho estas declaraciones delante del ministro de Exteriores belga, Steven Vanackere, con quien se reunió en Estambul. Sorprendió su contundencia, porque la UE nunca ha hecho una oferta semejante, pero sí es cierto que, tanto el presidente francés, Nicolás Sarkozy, como la canciller alemana, Angela Merkel, vienen sugiriendo esa posibilidad. El temor a un socio, de mayoría musulmana que sería el de mayor número de habitantes de la UE, puede más que el valor estratégico de contar con Turquía en el club europeo.
El negociador turco ha exigido que su país sea tratado como el resto de los candidatos a la adhesión. Islandia acaba de iniciar las negociaciones y tiene una fecha prevista de entrada para 2012. Además Bagis argumenta que en toda la legislación de la UE para los socios potenciales no existe esa fórmula de asociación privilegiada. Por tanto, no tiene ninguna duda de que «Turquía conseguirá su objetivo de adhesión plena».
El ministro belga coincidió con esta afirmación. «Los países candidatos, una vez hayan cumplido todos los requisitos de la adhesión, pueden ser miembros de la UE. Y eso es lo que apoyamos nosotros», dijo Vanackere, quien animó a Turquía a seguir con sus reformas democratizadoras. «Para todos los Estados rigen las mismas reglas». euroXpress