El viceprimer ministro turco, Besir Atalay, ha dicho que «si las negociaciones de paz en la isla no son decisivas y la Unión Europea le da la presidencia de turno al sur de Chipre, la crisis será entre Turquía y la Unión Europea. Entonces, congelaremos nuestras relaciones. Como gobierno hemos tomado esta decisión».
Atalay visitaba el norte de Chipre, república reconocida internacionalmente solo por Turquía desde la división de la isla en 1974. Desde que comenzaron las negociaciones de adhesión entre Ankara y Bruselas, el problema chipriota ha sido, formalmente, el gran inconveniente para que avanzaran. Las conversaciones de paz auspiciadas por la ONU entre turcochipriotas y grecochipriotas se reanudaron en 2008, pero se encuentran estancadas.
Pero además al problema de fondo se suma uno más inmediato y con grandes intereses económicos por medio: los derechos de exploración en aguas chipriotas, donde existen potenciales depósitos de gas. El gobierno de Ankara considera una provocación los planes grecochipriotas y el gobierno de Nicosia amenaza con bloquear las negociaciones de adhesión de Turquía si mantiene su oposición a que continúen sus planes energéticos.
Hay un ingrediente añadido. La tensión diplomática de las últimas semanas entre Turquía e Israel, porque este país tiene un acuerdo con Chipre para la explotación submarina del gas.
No ha habido comentarios desde Bruselas. El turno de presidencias rotatorias se decide con años de antelación y corresponde a Chipre en el segundo semestre de 2012.