La mayoría de los países de la Comunidad Africana Oriental (CAO) se han comprometido a adoptar un visado común para promover el turismo en la región. Pero Tanzania duda, por el conflicto en la República Democrática del Congo (RDC). La CAO está conformada por Burundi, Kenia, Ruanda, Tanzania y Uganda.
El 2 de agosto, Kenia, Ruanda y Uganda firmaron un acuerdo para adoptar un visado turístico único a partir de enero de 2014. «Costará 100 dólares y tendrá una validez de 90 días. El país de entrada cobrará la tarifa», explica Peter Okota, oficial de inmigración en Kampala, la capital ugandesa. Cada país recibirá 30 dólares, y los 10 restantes se destinarán a cubrir los costes operativos.
Actualmente, un turista que desee visitar cualquiera de los cinco países de la CAO debe pagar entre 250 y 300 dólares, y solo Kenia reconoce un visado emitido por otro miembro del bloque. Pero los esfuerzos de integración se traban por los complejos conflictos bélicos regionales.
Se sospecha que Ruanda y Uganda apoyan a los rebeldes del Movimiento 23 de Marzo (M23), que operan en el este congoleño, mientras Tanzania aporta efectivos a la nueva brigada de intervenciónde la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en la RDC, con capacidad de usar la fuerza. «La participación de Tanzania en la nueva brigada contra los rebeldes del M23 tiene una razón», sostiene Godefroid Ka-Mana, presidente del Instituto del Polo de los Grandes Lagos, con sede en Goma, en el este de la RDC.
Los cascos azules tanzanos, que ayudaron al ejército congoleño en agosto a expulsar al M23 de su bastión estratégico a 15 kilómetros al norte de Goma, perdieron a dos militares en los combates. Un tercer soldado murió el 26 de octubre en enfrentamientos entre fuerzas de la RDC, la brigada especial de la Monusco y el M23. Los combates habían comenzado el día anterior en los distritos congoleños de Kibumba, Kiwanja, Rutshuru y Rumangabo, al este del país, todos reclamados por los rebeldes.
Thomas d'Aquin Mwiti, presidente de la Organización de la Sociedad Civil de Kivu del Norte, señala que la muerte de soldados de Tanzania inevitablemente afectará las relaciones de ese país con las naciones acusadas de apoyar al M23. Diogène Musoni, profesor de economía en la Escuela Universitaria de Turismo de Ruanda, cree que Tanzania está más comprometida con la Comunidad de Desarrollo de África Austral (SADC) que con la CAO, y que vacila sobre el rumbo de integración económica que está tomando este último bloque.
Musoni calcula que el visado único permitiría incrementar en 50 por ciento los ingresos turísticos de la CAO en los primeros cinco años de su implementación. «Este visado facilitará las cosas para los que desean visitar las atracciones turísticas de África oriental», sostiene.
El portavoz del Ministerio de Turismo de Tanzania se ha negado a comentar por teléfono «las opiniones de intelectuales ruandeses», pero asegura que la CAO sigue siendo para su país tan importante como la SADC.
En septiembre, el ministro tanzano para la CAO, Samuel Sitta, dijo a la prensa que su país no se dejaría presionar para acelerar un proceso de integración que no fuera sustentable. Sitta dijo que sospechaba que los tres países participantes del plan del visado único querían aislar a Tanzania. Para él «las áreas de cooperación en las que están trabajando los tres países no son diferentes de las que discutimos colectivamente durante la administración de Mwai Kibaki (presidente de Kenia entre 2009 y abril de 2013)». «Si de pronto eligieron aislarnos, todo lo que podemos hacer es dejarlos solos y desearles suerte», añadió.
En una declaración publicada en septiembre, el gobierno de Burundi señaló que el acuerdo entre los tres países para el visado común llenaba de dudas a los demás miembros del grupo. Si bien admitió que la carta de la CAO permite este tipo de acuerdos rápidos, insistió en que las decisiones deben tomarse por consenso entre todos los miembros.
Sin embargo, el mismo día de la firma del acuerdo, el 2 de agosto, la ministra ruandesa para la CAO, Jacqueline Muhongayire, señaló: «Queremos dejar en claro que a los otros dos países (Burundi y Tanzania) no los hemos dejado de lado. Pueden optar por este acuerdo cuando lo consideren una prioridad».
Okota señaló que la adopción del visado común se demora desde 2006 por problemas de seguridad y de infraestructura, y que aún existen desavenencias sobre las tarifas y la distribución de los ingresos entre los países. «Todavía hay pequeños problemas con los precios y la distribución del dinero», detalló la directora interina de la Oficina Nacional de Turismo de Burundi, Denise Nijimbere.
No obstante, el presidente keniata Uhuru Kenyatta sostuvo que el visado común es la única manera de que la CAO atraiga grandes cantidades de turistas. «El objetivo es promocionar a los gorilas de Ruanda, de Uganda y Burundi y la fauna de Kenia y Tanzania como un solo paquete», dijo Kenyatta en un foro turístico organizado el mes pasado en su país. El mandatario se mostró esperanzado de que sea asumido por todos los miembros de la CAO antes de que termine 2014.