Daniel Cohn-Bendit, ex dirigente estudiantil de mayo del 68, pasó de la calle a la política local y de ahí a la política europea. Este miércoles se ha despedido del Parlamento recordando la Segunda Guerra Mundial y apostando por una Europa Federal. «Yo nací en 1945, el 4 de abril. Imagine que el 4 de abril empiezo hablar y le digo a mis padres, dentro de 50 años ya no habrá una frontera entre Alemania y Francia, el Rin ya no será una frontera, sino un río compartido. Si yo hubiera dicho eso, mis padres habrían dicho tenemos un problema, el niño está hablando demasiado pronto y lo que está diciendo no tiene sentido. Esa es la historia de Europa, esa es mi historia. Lo hemos logrado... hemos logrado lo impensable».
«Para todos ha sido un ídolo», le ha dicho el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, «Le echaremos a faltar y sé que no cambiará nunca. Le deseo buen viento en su nueva vida».
«Europa necesita renovar a sus políticos», ha escrito en su testamento político Daniel Cohn-Bendit. Nunca se calló lo que pensaba y durante sus 20 años de diputado europeo ha sido una voz discordante, que hizo callar a Martin Schulz al que acusó de formar parte de la coalición de los hipócritas, criticó a Cahterine Ashton y Marie Le Pen, del que dijo que «era una vergüenza para el Parlamento», por relacionar la matanza de Noruega con la emigración. Es necesario diseñar la Europa de mañana «Que alguien de 69 años deje el Parlamento es normal, una nueva generación debe tomar las riendas de la Europa del mañana».
Si se repasan las actas del Parlamento Europeo, se comprobará que es uno de los diputados que ha asistido a más sesiones parlamentarias. Por eso no es de extrañar que hoy haya explicado «Ser eurodiputado es agotador. Pero yo no estoy en el Parlamento Europeo para ver pasar el tiempo (...). Después de veinte años, quiero hacer algo más, escribir un libro sobre la identidad judía, disfrutar del tiempo» ha explicado a sus colegas. Daniel Cohn-Bendit participará en la campaña de los Verdes europeos a las elecciones de mayo, pero una vez que hayan terminado, volará a Brasil... para hablar de su otra pasión... el fútbol. No en vano preside un equipo de fútbol: el Gudesding. Y como él mismo ha destacado, «seguiré haciendo política desde el lugar en el que esté».
Menos conocido, pero un político al que todos definen como defensor del debate, se ha despedido también del Parlamento Europeo. El francés, Joseph Daul, ha dicho «estoy convencido de que si Europa sucumbiera al populismo y al euroescepticismo, daríamos un paso atrás en el tiempo, sería el retorno hacia el caos y la guerra en Europa». Durante 15 años ha sido portavoz de los populares en el PE, el mayor grupo de la eurocámara. Conocido entre sus colegas por su franqueza y su humor, todos destacan su habilidad para negociar. John Daul, que será a partir de ahora el presidente del Partido Popular Europeo, ha sido recibido calurosamente por los diputados, y especialmente por los otros portavoces, Hannes Swoboda (socialistas), Guy Verhofstadt, (liberales) y Daniel Cohn-Bendit, (ecologistas)
También se ha despedido el parlamentario más veterano, el democristiano Hans-Gert Pöttering. El expresidente de la Eurocámara, lleva en el Parlamento desde las primeras elecciones de 1979. En su última sesión ha recordado que «en 1979 Europa estaba dividida. Mi país, Alemania, estaba dividido y ahora está unido. Y Estonia, Lituania, Letonia, Polonia, la República Checa, Eslovaquia, Hungría, Eslovenia, Bulgaria, Rumanía y Croacia son miembros de la Unión Europea. En 1979 hubiera sido un milagro imaginar todo esto».
Otras despedidas no son tan emblemáticas pero sí importantes, como la de los históricos, Astrid Lulling, democristiana luxemburguesa que entró en el Parlamento en 1965 hasta 1974 y está de forma permanente desde 1989, y el actual portavoz socialista en la Cámara, el socialista austríaco Hannes Swoboda, presente desde 1996. También dejan el Parlamento Europeo los españoles Miguel Ángel Martínez, Jaime Mayor Oreja, Carmen Fraga, Alejandro Cercas, Raúl Romeva o Salvador Sedó.
En su despedida, los diputados europeos han criticado el euroescepticismo y han valorado la aportación que ha hecho Europa para mantener la paz en el mundo, especialmente en el viejo continente. Precisamente este miércoles se ha recordado el legado de la I Guerra Mundial en el continente. Los diputados y el presidente de la Comisión han advertido que la paz no se pueda dar por hecha cien años después de la Primera Guerra Mundial. Durao Barroso ha destacado que "el conflicto entre Ucrania y Rusia, así como el ascenso de la xenofobia y los extremismos que han vivido un auge coincidiendo con la crisis económica".