Esta es la situación en que se encuentra el ayuntamiento de Reggio Calabria porque las autoridades sospechan que la Ndrangheta pudo comprar votos en las elecciones regionales de 2010. Según la prensa italiana se sospecha que el consejero del partido Pueblo de la Libertad (PL) de Silvio Berlusconi, habría pagado alrededor de 200.000 euros a dos miembros de la mafia calabresa para que consiguieran 4.000 votos y garantizaran la reelección. Los votos habrían salido a 50 euros cada uno.
De momento se ha detenido a Ambrogio Crespi, que podría ser uno de los de los encargados de comprar votos y se han emitido otras 20 órdenes de arresto. El alcalde Demetrio Arena del PL y toda la junta municipal ha sido cesada. Su lugar lo ocupan ahora tres comisarios. Para la ministra de interior Annamaria Cancellieri, «es una medida dolorosa, pero necesaria».
Una comisión ha investigado a una empresa de participación municipal que habría tenido infiltrados de la Ndrangheta. En abril del año pasado se detuvo al director de la empresa Multiservizi cuando los investigadores descubrieron que tras ese nombre se ocultaba la familia del mafioso De Stefano-Tegano.
En 1991 se aprobó una ley que permite al gobierno nombrar comisarios extraordinarios que controlen la administración pública. La región de Calabria, al sur de Italia, y con más de 53 ayuntamientos intervenidos, es la que más ha sufrido la disolución de sus administraciones por infiltraciones mafiosas. En los últimos meses se han disuelto 221 ayuntamientos, la mayoría en Sicilia y Nápoles, donde actuan las mafias de la Cosa Nostra y de la Camorra.
Los investigadores creen que la mafia calabresa, con unos 7.000 miembros, está extendiendo sus negocios hacia el norte, con la mirada puesta en la Esposición Universal de 2016, que se celebrará en Milán. Esta organización mueve unos 44.000 millones de euros en actividades ilegales, segun un informe del Instituto italiano de investigaciones socioecónómica, Eurispes. Cada año importa y distribuye más de 400 toneladas de cocaína en Europa.