Primer y último vuelo, de momento, de Lufthansa entre Europa y Estados Unidos, utilizando biocarburante. La compañía alemana pone fin a un proyecto piloto de utilización de combustible verde porque no tienen producto suficiente para mantener este servicio. La experiencia lanzada en julio ha dado un resultado positivo pero «aunque queremos seguir trabajando en él, actualmente es inviable» dice la compañía.
El primer vuelo entre Fráncfort y Washington lo realiza un Boeing 747-400, que transporta unas 40 toneladas de una mezcala de combustible biosintético.Sólo con este vuelo se espera reducir las emisiones de CO2 en 38 toneladas, el equivalente a las emisiones de seis vuelos regulares entre Fráncfort y Berlín.
Desde hace seis meses Lufhtansa ha realizado cuatro vuelos diarios entre la capital económica alemana y Hamburgo con un reactor cargado al 50% con carburante biosintético a base de aceites vegetales. Han invertido 6.6 millones de euros, subvencionados parcialmente por el gobierno alemán. Los primeros resultados han permitido economizar 1.500 toneladas de dióxido de carbono en casi 1.200 vuelos, demostrando la compatibilidad técnica del carburante.
Las compañías aéreas europeas deben reducir antes de 2050 sus emisiones netas de CO2 en un 50% en relación a 2005. Air Japan, Air New Zealand o la brasileña TAM también están realizando pruebas con este bioqueroseno.
A partir de ahora, la compañía alemana se va a concentrar en proyectos de cooperación con los países productores, principalmente africanos y asiáticos, para estimular la producción. Actualmente se utiliza piñón manso (Jatropha), utilizando plantaciones en Mozambique e Indonesia. Quieren usar productos vegetales que no sean habituales en los alimentos para evitar aumentar los precios de los productos básicos. En los últimos años se ha acusado a los biocarburantes de haber provocado graves desajustes en los precios de los alimentos.