Ha sido un jueves difícil en Chamonix, desde que poco después de las cinco de la madrugada, uno de los heridos envió un aviso de emergencia. Desde ese momento se movilizaron varios equipos de rescate por tierra y aire, que han ido encontrando a las víctimas a lo largo del día. Las cuatro personas que permanecían desaparecidas fueron localizadas a última hora. Dos habían elegido otra ruta y los otros dos habían anulado su expedición.
Los dos fallecidos españoles son Joaquín Aguado, de 51 años, jefe del Grupo Especial de Rescate en Altura (GERA) de los Bomberos de la Comunidad de Madrid y el alpinista Esteve Martínez, de 38 años y vecino de Sant Joan de les Abadesses (Girona).
La avalancha se produjo en el Mont Maudit, donde tres cordadas escalaban a 4.000 metros de altura en la cara norte del Mont Blanc, en una ruta que suele estar muy concurrida en la temporada de vacaciones. El alcalde de Chamonix, Eric Fournier, ha confirmado que no había aviso de alud y la causa parece ser el desprendimiento de una placa de 40 centímetros de espesor, especula el prefecto de la Alta Saboya, Philippe de Rumigny, según recoge Le Monde. El verano está siendo especialmente caluroso en la zona y el servicio meteorológico francés ha informado de que el viento era fuerte y llegó a alcanzar los 100 km/h.
El ministro francés del Interior, Manuel Valls, ha sobrevolado en helicóptero el lugar de la tragedia y después no ha querido aventurar nada sobre las causas y se ha limitado a decir que la investigación ya está en marcha. El último accidente grave en los Alpes tuvo lugar en agosto de 2008, cuando ocho alpinistas – cuatro alemanes, tres suizos y un guía austríaco- murieron al ser alcanzados por otra avalancha en el mismo lugar.