El Consejo que tendrá lugar este jueves trata de definir las premisas sobre las que la UE debe corregir los graves desequilibrios que han estado a punto de ir al traste con el proyecto y poner las bases del crecimiento.
Grecia y España no están en la agenda de la reunión, pero por supuesto se hablará de los dos países. Grecia sigue siendo examinada por los representantes de la troika. Todos los indicios apuntan a que los mandatarios expresarán su satisfacción con la forma en que ha llevado a cabo los ajustes.
Según una fuente europea se ha «visto un cambio gigantesco» que permitirá el desbloqueo del siguiente tramo de ayuda de 31.500 millones de euros y el «aire para respirar», que pedía su presidente Antoni Samaras, de dos años más para aplicar las siguientes reformas.
En cuanto a España, todos están pendientes de que el presidente Mariano Rajoy pida el segundo rescate. De una forma más o menos clara no dejan de decirle que lo haga cuanto antes mejor. Lo ha dicho la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, cuando le preguntaron por la compra de deuda por parte del Banco Central Europeo (BCE), «El programa está supeditado a que un país pida la ayuda» del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), imprescindible para que la maquinaria se ponga en funcionamiento. «Si quieren, pueden», añadió.
Lo ha dicho François Hollande en una entrevista en Le Monde «Debemos responder a las demandas de los países que han hecho las reformas esperadas y que deben poder financiarse con tasas razonables», ha pedido al resto de socios de la Unión que aclaren a España las «condiciones precisas» que habrá de cumplir a cambio del rescate y les ha pedido que no aumenten excesivamente la ya pesada carga.
La Comisión Europea lo tiene todo preparado y hasta la Agencia Moody's no ha rebajado a bono basura la nota de la deuda soberana de España esta semana en previsión de la petición del rescate. Mariano Rajoy está en Bucarest en el XXI Congreso del Partido Popular Europeo (PPE), donde se verá con Angela Merquel. Quizá un paseo a solas por el río Dâmboviţa aclare la cuestión.
En cuanto al Consejo que se celebrará este jueves deberá marcar las bases de un futuro crecimiento. El presidente Hollande estima que la UE está «muy cerca» de salir de la crisis. Lo mismo ha opinado el ministro alemán de economía, Philipp Rösler, tras la previsión oficial de que Alemania crecerá un 1 por ciento en 2013.
Uno de los puntos a debatir es la recapitalización directa de los bancos, y la posibilidad de que sea retroactiva como pide España. Alemania no es partidaria. Además para que eso sea posible el BCE tendría que supervisar a los 6.000 bancos de la zona euro y Alemania tampoco es partidaria.
El presidente del Consejo, Herman Van Rompuy, quiere poner sobre el tapete la posibilidad de que se emitan letras europeas a corto plazo y «bajo ciertas condiciones» a lo que Alemania se cierra en banda.
No parece que vaya a ser un consejo cómodo pero deben adoptar medidas para ir implementando las decisiones que se tomaron en el de junio, corregir los desequilibrios entre norte y sur europeos, poner en marcha la unión bancaria y situar el crecimiento como prioridad, como pide el presidente francés, François Hollande.