El calor de los viajeros de una estación de tren puede utilizarse como calefacción en otro edificio, la energía solar aprovechada en una escuela ahorra gastos que se pueden emplear en enseñanza o en el comedor. «El mundo que quieres, con el clima que quieres» es el nombre de la campaña que ha puesto en marcha la Unión Europea para reducir las emisiones de gases invernadero entre un 80 % y un 90 % de aquí a 2050.
Empresas, ecologistas y universidades han sido convocados por la Comisión Europea para promover soluciones a los problemas que plantea el cambio climático. Más de 70 organizaciones de toda Europa colaborarán para encontrar y poner en marcha soluciones prácticas en la lucha contra el cambio climático y demostrar de una vez por todas que aquello que se hace por el clima puede aumentar el bienestar y reportar ventajas económicas para los ciudadanos.
«Podemos ACTUAR (las mayúsculas son de la comisaria de Acción por el Clima Connie Hedegaard) atendiendo a nuestros conocimientos sobre el cambio climático o podemos quedarnos mano sobre mano y MIRAR cómo las cosas se ponen cada vez peor. Ambas cosas tienen un precio», la comisaria se pregunta qué es lo que impide encontrar soluciones y aplicarlas.
En toda Europa hay ejemplos de soluciones inteligentes e innovadoras para reducir la contaminación por CO2. Por ejemplo, la estación central de trenes de Estocolmo convierte el calor corporal de los viajeros en calor para un edificio de oficinas cercano, de esta manera se reducen las emisiones de CO2 que tendría cualquier otro sistema de calefacción de las oficinas y la factura energética en un 20-25 %.
Otro ejemplo lo podemos encontrar en Dinamarca, donde la escuela Gedved de Horsens ahorra 30.000 euros al año en energía gracias a que utiliza la energía solar. El dinero ahorrado va a mejorar la educación del colegio.
La campaña de la Comisión Europea pide la participación de los particulares, las empresas y los grupos locales que puedan promover y debatir soluciones hipocarbónicas. La campaña durará hasta finales de 2013 y su objetivo es mostrar soluciones rentables para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero entre un 80-95 % de aquí a 2050.
La campaña forma parte «Hoja de ruta hacia una economía hipocarbónica competitiva en 2050» que la Comisión estableció en marzo de 2011 con la idea de abrir un camino hacia la creación de un economía baja en carbono que se calcula que incrementará las inversiones en tecnologías e infraestructuras limpias, como las redes de electricidad inteligentes, que reducirá drásticamente las facturas de la importación de petróleo y gas.