De los 9.000 millones de personas que habitan en estos momentos la Tierra, nadie volverá a ver este fenómeno. La próxima vez que Venus salga a pasear delante del sol será dentro de 105 años. Esto demuestra la expectación que ha creado este fenómeno astronómico, cíclico pero excepcional.
El día es esta noche de martes a miércoles. La hora prevista es la medianoche, nueve minutos después, Venus comenzará su paseo cruzando el disco solar en un viaje que durará poco más de seis horas. En ese momento, sobre las 6 de la madrugada será visible en Europa. Uno de los lugares elegidos para su observación son las islas noruegas de Svalbarg, donde en estos momentos se encuentran inmersos en el sol de medianoche, y por lo tanto no anochece. En Europa será visible, de manera parcial, durante la madrugada del miércoles. Tendrán más suerte en Estados Unidos, Hawai y Alaska donde podrán observarlo de manera completa durante siete horas. Los científicos recuerdan que la observación para el ciudadano de a pie «no es tan impactante como un eclipse, pero si no hay nubes la gente va a estar encantada de la belleza de ese hecho», ha dicho Dean Pensell, uno de los responsables de la agencia espacial Nasa.
En el siglo XVIII los tránsitos de Venus llamaron la atención de los científicos que ya organizaron expediciones para observar ese acontecimiento. Robert Cook, fue uno de ellos, lo vio en Tahití.
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