El 6 de febrero fue asesinado el dirigente izquierdista Chokri Belaid en su domicilio de la capital, lo que generó inestabilidad política, llevó a la renuncia del primer ministro, Hamadi Jebali, y motivó manifestaciones populares. «Recibimos correos electrónicos todos los días de gente preocupada por la inestabilidad política», señala Haifa Nakib, encargado de la logística y la gestión del FSM.
«Les digo 'no crean en todo el bombo de la televisión'. Túnez no está en guerra y la situación es pacífica. No hay terrorismo aquí. De hecho, el gobierno va a asegurar el recinto», puntualiza. Las autoridades colaboran con la organización del foro, e incluso han desplegado un equipo de seguridad en distintos lugares en torno al campus universitario, que los organizadores esperan que sea «discreto».
Cheima Ben Hamid, una coordinadora voluntaria, nos dice que también habrá seguridad dentro del campus. Además le tranquiliza que el gobierno haya «instruido a todos los ministerios para que colaboren con la organización del FSM lo más posible».
El Foro Social Mundial representa el mayor exponente desde los movimientos sociales del mundo para impulsar un desarrollo alternativo a la globalización dominante, y sus ediciones anuales comenzaron en 2001 en la ciudad brasileña de Porto Alegre.
Para esta edición, unas 4.500 organizaciones de 85 países están ya registradas. Francia y Túnez encabezan la lista de participantes, cada uno estará representado por unos 300 grupos. Brasil, Bélgica, Italia y Marruecos también tendrán una importante presencia con unas 50 organizaciones cada uno. De Estados Unidos llegará la mayor delegación que se haya visto en un FSM, con 66 organizaciones registradas. También de Canadá vendrá un gran contingente de participantes.
Entre los principales temas a tratar en este encuentro destacan los derechos de las mujeres, la juventud y la cultura. Uno de los principales focos que concentrarán la atención de esta edición del FSM será la Primavera Árabe, pero otras cuestiones, como la crisis económica global y la ecológica, también están en la agenda.
En una demostración del compromiso con el buen desarrollo del FSM, las autoridades de migración han facilitado la participación de ciudadanos de países con los que Túnez no tiene acuerdos diplomáticos, ni existe embajada. Basta una carta de invitación para obtener un visado, por lo que ciudadanos de Perú o Israel no tendrán problemas para participar en el FSM.
De forma simultánea al FSM, se realizará la tercera edición del Foro Mundial de Medios Libres, que comenzará el día 24 y proseguirá después en forma paralela al primero. Varios cientos de representantes de medios participarán en talleres y debates, así como en la cobertura misma del foro. Se creará un área de medios libres con ese fin, mientras que las radios comunitarias sin fines de lucro han sido elegidas como el formato preferido.
Otro «foro dentro del foro» será el campamento de la juventud, que congregará a personas de entre 18 y 30 años, y ofrecerá un espacio para deportes, bailes, competencias gastronómicas y debates. «Ofrecemos a los jóvenes un espacio propio. Hay actividades planeadas para el día y para la noche.
Van a ser cuatro días seguidos sin dormir», dice entusiasmado Khalil Teber, integrante de la comisión de jóvenes y uno de los organizadores de este foro específico. «Nuestra idea es presentar la juventud tunecina al mundo, incluso la revolución desde su perspectiva. Queremos la participación de todos los jóvenes tunecinos allí, sin importar su afiliación política», insiste.
Además de realizarse donde nació la Primavera Árabe, el FSM de este año será significativo porque se discutirá en detalle su futuro. Organizadores y participantes tienen claro que otras movilizaciones sociales, como el movimiento Ocupemos, tienen ahora un papel trascendente.
Mucha gente plantea la necesidad de que el FSM evolucione. Eso implica la integración de distintos movimientos e iniciativas en el proceso de avance. «Si el contenido es efectivo y el foro social se refresca en esta edición, podrá avanzar», opina Ben Hamida.
El responsable de comunicación del FSM, Romdhane Ben Amor, subraya: «Lo que es realmente importante es lo que ocurra después del foro. Debe emerger una nueva forma de pensar y una nueva visión del mundo».
«Si el FSM puede ayudar al movimiento social tunecino y mundial a consolidar sus fortalezas y a encontrar nuevas formas de cooperación, entonces, será un éxito», añade