Ban Ki Moon, Secretario general de la ONU, ha propuesto la formación de una comisión que podría estar dirigida por el ex primer ministro de Nueva Zelanda, Geofrey Palmer, y que estaría supervisada por investigadores de Israel y Turquía. El ministro de Defensa israelí, Ehud Barak, ha manifestado su apoyo siempre que no sean investigados los soldados que participaron en los abordajes. Según las autopsias efectuadas en Turquía a los cadáveres de los 9 activistas que han sido devueltos por Israel, recibieron más de 30 disparos, algunos de ellos a quemarropa.
En muchas capitales europeas ha habido manifestaciones para protestar contra el ataque del ejército israelí, también han protestado en Tel Aviv.
La manifestación de Barcelona estuvo encabezada por Laura Arau y Manuel Tapial, dos de los tres españoles que viajaban en el Mavi Marmara que han denunciado la brutalidad con la que fueron tratados y han publicado algunas fotografías de los cooperantes muertos.
En cuanto al abordaje al barco irlandés, el Rachel Corrie, ocurrió sin incidentes. No se utilizaron helicópteros y los pasajeros, entre los que se encontraba la premio Nobel de la paz Mairead MacGuire, no ofrecieron resistencia. El Barco fue escoltado hasta el puerto israelí de Ashdod, donde fueron interrogados.
Siete activistas, un cubano y seis malayos han sido deportados por el puente Allenby a Jordania, junto a ellos viajaba un indonesio, herido el pasado lunes, en el ataque al Mavi Marmara.
El resto viajará a sus países en avión desde el aeropuerto Ben Gourion de Tel Aviv..
El barco llevaba un cargamento de cemento, para rehabilitar las casas destruidas por Israel, medicinas y material didáctico. La ONG irlandesa que lo compró para esta acción le puso el nombre de Rachel Corrie, una cooperante estadounidense de 23 años que murió aplastada por una excavadora israelí cunado trataba de impedir que destruyera una casa.