Diez países de la UE, entre ellos España, habían impuesto en 2012 restricciones para trabajar con pleno derecho a los trabajadores procedentes de Rumanía y Bulgaria. España solicitó a la Comisión Europea permiso para imponer restricciones «debido al enorme paro» y esta se lo concedió hasta el 31 de diciembre de 2013.
Los países que han mantenido esas restricciones son: Alemania, Austria, Bélgica, Francia, Irlanda, Italia, Luxemburgo, Malta , Países Bajos, Reino Unido y España.
La decisión de imponer trabas al libre trabajo levantó una gran polémica tanto en el Parlamento Europeo como en los Estados miembros. En España los sindicatos mayoritarios y las organizaciones búlgaras y rumanas mostraron su disconformidad.
La Comisión Europea autorizó el 20 de diciembre de 2012 la imposición de las restricciones pero fijó la fecha del final para el 31 de diciembre de 2013. A partir del 1 de enero de 2014 los nacionales de Rumanía y Bulgaria no necesitarán contar con un permiso de trabajo para realizar actividades laborales por cuenta ajena y se les aplicará «el régimen previsto en España para los ciudadanos de los Estados miembros de la UE».
Rumanía es el noveno país en tamaño de la UE y el séptimo en número de habitantes. En España residen 925.140 ciudadanos rumanos.