Ni aeropuertos, ni estaciones de tren, ni colegios, ni hospitales. La huelga general en Grecia se deja notar desde esta madrugada. Es la tercera en lo que va de año y está convocada por los sindicatos mayoritarios del sector público y el privado. Protestan por el durísimo plan de ajuste impuesto por la UE al gobierno griego para poder activar el plan de rescate financiero.
Según las encuestas, la mitad de la población griega asume que hay que hacer sacrificios para salir de la crisis, pero no quieren que la carga recaiga sobre los trabajadores, mientras la corrupción y la evasión fiscal de quienes la provocaron queda impune.
Grecia recibirá 110.000 millones de euros de los países de la eurozona y del FMI a cambio de poner en marcha un programa de austeridad que rebaja los salarios de los funcionarios, congela los del sector privado y las pensiones y aumenta impuestos de la gasolina, el alcohol y el tabaco.
El Parlamento griego debe aprobar hoy ese plan coincidiendo con la protesta generalizada en la calle. La huelga se convierte en un test sobre la capacidad de cumplimiento del plan de ajuste, lo cual mete a Grecia en una espiral sin salida. Debe ponerlo en práctica por imposición de la UE pero la oposición interna provoca tales incertidumbres que no consigue calmar a los mercados.
Solidaridad de los sindicatos europeos
La Confederación europea de sindicatos dice que «los trabajadores griegos no deben pagar un precio injusto e inaceptable para salvar a Grecia». Consideran que las medidas de ajuste llevarán al país a una recesión mucho mayor que repercutirá en el paro y aumentará la pobreza del país, que ya alcanza al 20 % de la población.
La CES pide a la Comisión europea que aumente los fondos para socorrer a los Estados miembros y que la UE revise las condiciones de los préstamos a Grecia para que no se utilicen en medidas de desreglamentación, liberalización o privatización y, al contrario, respeten los principios del modelo social europeo.
En España, los sindicatos mayoritarios han mostrado su solidaridad con los trabajadores griegos. Comisiones Obreras ha enviado una carta a la organización sindical griega GSEE para respaldar esta movilización «contra las injustas medidas antisociales impuestas por las instituciones europeas y el FMI en el plan de salvamento de las finanzas públicas griegas». UGT se muestra en contra del ajuste griego y asegura que los «mercados financieros siguen siendo libres para especular e imponer sus demandas en la sociedad». euroXpress