La Confederación General Italiana del Trabajo (CGIL) asegura que tras la demostración de este sábado, el gobierno deberá dar las respuesta que se le han pedido y comenzar a tener políticas de lucha contra la crisis, que hasta ahora no ha tenido. Su secretaria general, Susanna Camusso, ha exigido al primer ministro que deje de fingir que es víctima del mundo y de lanzar alarmas a la población y que tome iniciativas.
La manifestación contra la política económica sucede a las protestas de los jóvenes italianos por la reforma universitaria.