Un equipo de periodistas de 45 países ha desenterrado finalmente las cuentas bancarias de la sucursal suiza del banco privado HSBC. Los documentos han sido obtenidos por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) a través del diario francés Le Monde.
Muestran las interioridades de un banco donde se han dado la mano en la clandestinidad los mejores clientes: desde futbolistas famosos a ciclistas, estrellas de la música, actores de Hollywood, cabezas coronadas, ejecutivos de empresas, traficantes de armas, los más crueles dictadores o los banqueros y políticos más respetados. Un cruce entre delincuencia y negocios legítimos, ilegalidad y ninguna ética.
HSBC, es el segundo banco privado del mundo (que solo admite a determinados clientes), tiene su sede en Londres y oficinas en más de 74 países.
Cuando a finales de enero el ICIJ le comunicó la extensión de sus investigaciones y que las iba a hacer públicas, el banco contestó con un comunicado en el que decía que la actuación del banco en su sede de Suiza «no había sido todo lo diligente que se espera de un banco privado».
También aseguraba que en los últimos años ha corregido su forma de actuar, especialmente en lo que se refiere a los clientes sospechosos de evadir impuestos. Añade el comunicado que el «HSBC ha reducido el número de clientes en casi un 70% desde el año 2007». Ha bajado de 30.412 cuentas en 2007 a 10.343 a finales de 2014.
Un cálculo conservador de los expertos revela que el dinero que está en la actualidad en paraísos fiscales le cuesta a la tesorería mundial más de 200.000 millones de dólares al año. Según el economista francés Thomas Piketty la «opacidad financiera es uno de los principales impulsores del aumento de la desigualdad global».
La opacidad del dinero
Los archivos que ahora publica el ICIJ, llegan de 2005 a 2007 y son una parte de los que en 2010 Hervé Falciani, entregó al gobierno francés y este pasó a Estados Unidos, España, Italia, Grecia, Alemania, Gran Bretaña, Irlanda, India, Bélgica y Argentina. Lo que se conoció como «lista Lagarde», la ahora presidenta del FMI era entonces ministra de finanzas de Francia.
Son cuentas de más de 100.000 personas físicas y jurídicas de más de 200 estados. No todas estas cuentas son ilegales, la mayoría de los países no considera ilegal que sus ciudadanos tengan cuentas bancarias en otro país. Tener una cuenta en el HSBC Private Bank está permitido en principio.
Sin embargo, llama la atención las idas y venidas de algunas personas para pagar menos impuestos. Un ejemplo es el deportista español Fernando Alonso que adoptó la nacionalidad suiza en 2006, entonces tenía cuatro cuentas con 42,3 millones de dólares. Cuatro años más tarde volvió a pedir la nacionalidad española y a pagar sus impuestos en el país, aunque mantiene alguna cuenta en Suiza declarada en España. Según ha dicho su representante a ICIJ, el piloto ha tenido diferentes nacionalidades desde 2001 y siempre ha cumplido con las Haciendas de esos países.
También es curioso el caso del presidente del español Banco de Santander, el fallecido Emilio Botín. Quien tuvo en el HSBC de Suiza más de 2.000 millones de euros ocultos en un entramado de testaferros y sociedades en Panamá e Islas Vírgenes que los hacían bastante opacos.
Entre los nombres conocidos de la lista están: Diego Forlán, Michael Schumaker, Valentino Rossi, la modelo Elle MacPherson, el tenista Marat Safin, el empresario Flavio Briatore, el actor Christian Slater, o también, el fallecido rey de Marruecos, Mohamed VI y el rey de Jordania Abdalá II.
Otros vinculados al tráfico de armas y a las materias primas como Aziza Kulsum, conocida como Madame Gulamali o la Reina del Coltán, de quien se dice que fue una de las personas que financió la guerra civil de Burundi en los años 90.
La empresa Katex Mines, utilizada por el Ministerio de Defensa de Guinea Conakry para enviar armamento a los rebeldes de Liberia durante la guerra de 2003. O Emmanuel Shallop, condenado por traficar con los denominados diamantes de sangre.
Los clientes encontraban en el HSBC, no solo a una entidad donde guardar el dinero, sino a unos expertos que les asesoraban y les ayudaba a evadir impuestos y a ocultar sus fortunas.
Pablo Iglesias, secretario general de Podemos, ha decidido aprovechar los conocimientos de Hervé Falciani y le ha contratado para que asesore al partido sobre formas de combatir el fraude y la evasión fiscal desde el poder.