La Comisión dice que «la calificación crediticia de la UE se debe evaluar fundamentalmente en base a sus propios méritos», teniendo en cuenta las características específicas del presupuesto de la Unión que se basa en los Tratados de la UE que no permite ni el déficit ni la deuda, a los importantes ingresos presupuestarios de la UE y a la obligación que tienen los 28 Estados miembros de no permitir que se desequilibre el presupuesto de la UE.
La agencia crediticia dice que en una situación de estrés las obligaciones de los Estados miembros hacia el presupuesto podría ponerse en cuestión. La Comisión no está de acuerdo con esa afirmación y asegura que «todos los Estados miembros» han hecho siempre a tiempo y en su totalidad las aportaciones que les correspondían al presupuesto de la Unión, incluso durante la crisis financiera.