La revisión del pronóstico de la agencia supone que hay un 50% de posibilidades de que en el plazo de tres meses, Austria, Finlandia, Francia, Alemania, Luxemburgo y Países Bajos pueden ver rebajada su calificación de triple A. Además anticipa pérdidas de un escalón para la AA de Bélgica, la AA- de Estonia, España y Eslovenia, la A+ de Eslovaquia, la A de Italia y Malta, la BBB+ de Irlanda, la BBB- de Portugal y la BBB de Chipre. Grecia, en esta ocasión, no ha sido evaluada.
La agencia de calificación da motivos económicos, pero también políticos. S&P considera que aumentan las tensiones crediticias y las primas de riesgo en más socios de la eurozona y añade, además, la falta de acuerdo entre los líderes europeos para asegurar una mayor convergencia económica, financiera y fiscal.
En un comunicado, S&P justifica su decisión también «por el aumento de los niveles de endeudamiento de los gobiernos y las familias en los Estados de la moneda única, así como el riesgo de recesión económica».
Francia y Alemania han respondido inmediatamente a la noticia y confirman su determinación para adoptar todas las medidas necesarias para asegurar «la estabilidad, competitividad y crecimiento de la zona euro».