Entre ese 20% se encuentra Anna García, una ingeniera informática residente en Barcelona que vio cómo su antigua empresa emprendía un ERE, y pese a que a ella no le afectó, sus condiciones de trabajo empeoraron, trabajando más por menos. Un año después encontró otro empleo en una multinacional donde, asegura, ha encontrado lo que buscaba: «Buenas condiciones laborales, un sueldo acorde con el trabajo que realizo y una continua formación».
El informe, publicado con el objetivo de medir el impacto de la crisis económica en los empleos, señala la gran disparidad que hay en los países, en especial entre el norte y el sur. En el otro extremo de España, están los trabajadores que se encuentran en Dinamarca, Finlandia, Luxemburgo y Países Bajos, donde más de un 80% considera que sus condiciones laborales son buenas, seguidos de Bélgica con más del 70%.
Sin embargo, de media, poco más de la mitad de los trabajadores europeos considera aceptables sus condiciones de trabajo, un 53%, aunque también hay una mayoría, un 57%, que opina que sus trabajos se han deteriorado en los últimos cinco años.
Entre los factores que explican la gran disparidad entre países está el contexto socioecónomico generado por la crisis, aunque también aspectos relacionados con el derecho o cultura laboral, como es el caso de los países nórdicos cuyo Estado de bienestar lleva años forjándose entre los más sólidos del mundo, aunque con una fuerte presión fiscal.
Algunas de las conclusiones confirman el aumento de la intensidad del trabajo en los últimos tiempo, conllevando estrés, el riesgo laboral que más aparece entre los encuestados, un 53% así lo asegura, y las largas jornadas laborales. Es el caso de Maria Arantzazu, comercial en una multinacional cuyo frenético ritmo de trabajo la lleva a menudo a realizar horarios de trabajo que superan las 13 horas.
Por otra parte, el caballo de batalla de toda mujer trabajadora es la organización del trabajo y la conciliación entre la vida laboral y familiar, el 40% de los encuestados declaran no tener ninguna posibilidad para tener una jornada flexible.
Los resultados de la encuesta del eurobarómetro servirán de base para la conferencia sobre el futuro de la UE en materia de condiciones laborales que se celebrará en Bruselas el próximo 28 de abril.