El periódico británico Sunday Times ha publicado el resultado de una investigación en la que sus periodistas se hicieron pasar por representantes de grupos de presión, propusieron a sesenta eurodiputados dinero a cambio de introducir enmiendas favorables a los lobbies y tres de ellos aceptaron. La investigación ha durado 8 meses.
Los periodistas ofrecieron a los europarlamentarios 100.000 euros al año a cambio de que influyeran en la legislación comunitaria. Se trata del ex ministro austriaco de Interior, Ernst Strasser, del ex ministro esloveno de Asuntos Exteriores, Zoran Thaler, ambos han dimitido y del ex viceprimer ministro rumano Adrian Severin que no ha querido dimitir hasta que se realice una investigación interna en el Europarlamento.
Es un escándalo a voces. En Bruselas hay unos 15.000 «lobistas» a sueldo de diferentes empresas cuyo trabajo es influir en los funcionarios y europarlamentarios para que la toma de decisiones y la redacción de las leyes de alcance europeo beneficien a las empresas que los emplean. Trabajan en todos los frentes, desde los grupos de expertos, a los centros de estudios independientes que aconsejan a la Comisión Europea, hasta los más altos cargos. Un «lobista» experimentado buen conocedor de los entresijos de Bruselas ofrece sus servicios a las empresas por entre 100 y 200 euros a la hora.