Hace días que Rusia anunció que estaba dispuesta a examinar la posibilidad de conceder asilo político al exagente de la CIA si este lo solicitara. Mientras, en la página web de la Casa Blanca se han recogido 21.000 firmas en menos de 24 horas pidiendo el indulto de Snowden, aunque para tener una respuesta oficial son necesarias 100.000 firmas en 30 días.
Al parecer Snowden va en un avión de línea de la compañía rusa Aeroflot que se espera llegue a Moscú a las 17:05 (hora local) de este domingo.
Los servicios británicos de inteligencia también espiaron las comunicaciones mundiales
Según los documentos que Snowdwn ha filtrado al diario The Guardian, el servicio británico de escuchas (GCHQ) 'pinchó' los cables transatlánticos de fibra óptica que llevan el tráfico de internet y las llamadas teléfonicas y compartió la información así obtenida con la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos (NSA). Un programa llamado «Témpora», que comenzó hacia 18 meses.
Según The Guardian, se han obtenido conversaciones telefónicas, correos electrónicos, mensajes de Fcebook, y el histórico de la actividad de internautas. El sistema que han utilizado puede tratar hasta 600 millones de comunicaciones telefónicas diarias.
Alemania, que ya se sintió muy molesta con el posible espionaje estadounidense, ha calificado de «catástrofe» la intervención británica en las comunicaciones mundiales. La ministra alemana de justicia, Leutheusser-Schnarrenberger, ha dicho que «las acusaciones contra Reino Unido suenan a una pesadilla hollywoodiense. Las instituciones europeas buscarán sin más dilación que se clarifique esta situación»
El ministro de Asuntos Exteriores británico, William Hague, ha explicado en una comparecencia parlamentaria que las agencias de Inteligencia de Reino Unido siempre han actuado conforme a las leyes en el procesamiento de la información procedente de estos cauces.
Según Liberty, una asociación de protección de las libertades individuales, el GCHQ ha hecho una «interpretación muy generosa de la ley» para obtener esas informaciones. Una ley creada mucho antes de conocerse las posibilidades de internet y que es «internacional por naturaleza».
EE.UU. también espió a la Universidad más prestigiosa de China, la Universidad Tsinghua de Pekín, una de las más avanzadas de China en tecnología. Snowdwn explica al diario «South China Morning Post» que PRISM llegó a investigar en un solo día 63 ordenadores y servidores de la universidad de la que han salido muchos líderes chinos.