En la última cumbre de octubre los jefes de Estado y de Gobierno de la UE acordaron que el marco jurídico del Supervisor Único debería estar definido antes de comienzos del año próximo y que estaría en funcionamiento el próximo año, aunque no ajustaron más la fecha.
Pero Alemania y Reino Unido no tienen ninguna prisa. La canciller Angela Merkel, dice cada vez que se le pregunta, que eso es algo que hay que hacer con mucho cuidado y que no valen prisas. Exactamente eso es lo que ha dicho ahora su ministro de finanzas, Wolfgang Schäuble, que la «calidad debe de estar por delante del calendario». Ha añadido, para dejarlo bien claro, «Nadie cree que vaya a funcionar. Ninguna institución será capaz de supervisar los 6.000 bancos de Europa.» Alemania no quiere que el mecanismo supervise sus Cajas de Ahorros regionales.
Por su parte Reino Unido que no pertenece a la zona euro, teme quedar relegado a un segundo plano en las decisiones. Dentro de la Autoridad Bancaria Europea (EBA), con sede en Londres, los 10 países que no pertenecen al euro estarían en minoría frente al Supervisor único que representaría a 17.
El próximo 12 de diciembre volverán a reunirse para decidir sobre ese tema.