Los dos partidos que se han alternado históricamente en el poder, Nueva Democracia (ND) y Pasok, acusan al izquierdista radical, Alexis Tsipras, de no facilitar la gobernabilidad del país y de no querer afrontar los problemas de Grecia. El líder de Syriza , el segundo más votado el domingo, se opone a aceptar las medidas restrictivas de Bruselas.
«Los griegos nos han pedido que cooperemos, que cambiemos nuestras políticas pero que permanezcamos en el euro», ha dicho Andoni Samaras (ND), el candidato más votado. «No estamos mirando los números sino la responsabilidad histórica y social. Syriza quiere elecciones y no asume responsabilidades, deja la gestión de la crisis al resto de partidos», ha criticado el líder socialista del Paskok, Evangelos Venizelos.
Alexis Tsipras (Syriza) ha rechazado esa posibilidad porque dice que eso significaría aceptar la política económica de austeridad y recortes impuesta por Bruselas. «No nos están pidiendo un acuerdo. Nos piden que seamos partícipes de un crimen y no queremos ser sus cómplices» dice Tsipras rehusando cualquier coalición con las fuerzas políticas que han gobernado durante más de 40 años el país.
Ante la falta de consenso de estos tres partidos el presidente, Carolos Papoulias, se ha reunido esta tarde con las formaciones minoritarias y espera que el representante del centro izquierda, Fotis Kuvélis, apoye un gobierno entre socialistas y conservadores. Tendrían la mayoría necesaria para gobernar... al menos los dos próximos años que es el plazo que se han marcado los partidos mayoritarios para mantener una estabilidad política. Pero pide la implicación de Tsipras, la izquierda radical.